El pleno de la Cámara de Diputados discutirá este jueves la iniciativa de reforma laboral aprobada en la Comisión de Trabajo ayer por la noche, un punto vital para que se ratifique el T-MEC, alcanzado en noviembre pasado.

Los cambios que plantea la reforma laboral figuran una mayor democracia y apertura en los sindicatos mexicanos, criticados por su poca transparencia.

La reforma también plantea modificaciones en la manera de impartir justicia laboral a través de la creación de nuevos organismos para solucionar de rápidamente conflictos entre trabajadores y patrones.

La reforma busca dar una justicia expedita a los trabajadores con la sustitución de las Juntas de Conciliación y Arbitraje (JCA) por un tribunal laboral, sin embargo, especialistas advierten sobre algunos riesgos durante la transición.

De ser aprobada, la reforma laboral será enviada al Senado para su discusión y aprobación.

“Es importante que tengamos bien homologados los derechos y atribuciones laborales que hay en uno y otro lugar (México, Estados Unidos y Canadá)”, aseguró la diputada de Morena, María de los Ángeles Huerta.

“Es obvio que Estados Unidos no quiere esta disparidad en cuanto a la implementación de leyes laborales. Es obvio que nosotros tampoco queremos condiciones tan malas para nuestros empleados y no solo en términos salariales”, agregó.

Apenas el 2 de abril, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, advirtió que México debía impulsar reformas laborales para que el T-MEC sea aprobado por legisladores estadounidenses.

Tras el llamado, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que su gobierno cumplirá con la aprobación de la reforma laboral.

“Debe aprobarse una reforma laboral apegada a los acuerdos que se establecieron en el Tratado. No queremos que se dé ningún motivo para reabrir las negociaciones del Tratado, consideramos que no le conviene al país”, dijo el mandatario el 4 de abril.

El acuerdo entre México, Canadá y Estados Unidos, que fue firmado en noviembre tras un maratón de negociaciones de un año, todavía debe obtener el visto bueno de los respectivos legislativos para entrar en vigor.

El pacto comercial estipula que al menos 40% del contenido de un automóvil fabricado en México tiene que ser ensamblado por trabajadores que ganen por lo menos 16 dólares la hora, para poder ser vendido en el mercado estadounidense.

Con información de AFP