Una de las políticas que han promovido los gobiernos de”izquierda” en México –al menos en el discurso– es el combate a la pobreza, una medidas necesaria para el desarrollo del país.
Frente a esta problemática social, la administración de Andrés Manuel López Obrador y de Claudia Sheinbaum han llevado a cabo una serie de acciones para combatirla. Pero, ¿han cumplido con las expectativas?
Pobreza extrema, desafío de Estado
A través de un informe titulado “Panorama Social de América Latina y el Caribe 2024” de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), México cuenta con un reciente registro de reducción en la pobreza extrema.
El estudio señala que los programas sociales implementados en el país, han reducido a los segmentos más vulnerables en el país gracias a que apoyaron a sectores muy expuestos de la población.
Los programas incluyen pensiones no contributivas y las transferencias monetarias condicionadas y no condicionadas, las cuales, durante la pandemia, demostraron tener un impacto positivo en la mejora de las condiciones de vida de muchas personas.
Con esto, la CEPAL señala que aunque la pobreza ha disminuido respecto a 2020, cuando la cifra alcanzaba el 29.9%, la situación aún continúa siendo preocupante ya que existen regiones de México en las que persisten condiciones de vulnerabilidad económica acentuada, reflejando además, desigualdades estructurales que aún deben ser atendidas de manera urgente y eficaz.
El Banco Mundial, en su reporte sobre la situación mundial de la pobreza, citado por la CEPAL, también destacó que entre el año 2018 y 2024, 9.5 millones de mexicanos dejaron la pobreza.
Esta reducción también ha sido posible gracias a mejoras en el mercado laboral, como el incremento del empleo y un aumento en los ingresos reales per cápita.
Los sitios más necesitados
El reporte de la CEPAL es claro, la pobreza afecta gravemente a una parte considerable de la población en México, especialmente en el sur del país.
Dentro de los estados que cuentan con mayor registro de este sector son Chiapas y Oaxaca con situaciones alarmantes en varios de sus municipios. En 2022, San Simón Zahuatlán, Oaxaca, fue identificado como el municipio más pobre del país, con el 99.6% de su población viviendo en condiciones de pobreza extrema.
Cochoapa el Grande, en Guerrero, sigue de cerca con el 99.4% de sus habitantes en la misma situación.
Otros municipios en condiciones críticas son Coicoyán de las Flores, también en Oaxaca, y San Juan Cancuc, Chiapas, donde más del 99% de la población vive en pobreza.
Según el estudio, las condiciones de vida son extremadamente precarias, lo que demanda una atención prioritaria del gobierno y la implementación de estrategias efectivas para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
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