La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, habría intentado demorar la aprobación de la reforma al Poder Judicial en el Congreso, pero el actual mandatario federal, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) presionó para que la iniciativa recibiera luz verde antes de concluir su gobierno.

De acuerdo con fuentes cercanas a la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, consultadas por el medio español ABC, la iniciativa, en su versión original, era rechazada por la próxima presidenta, pese a que en público declaró que estaba de acuerdo con lo planteado por López Obrador.

Sin embargo, Sheinbaum intentó que senadores y diputados de Morena demoraran la aprobación de la reforma hasta que ella tomara el poder y poder matizar ciertos puntos que han generado gran nerviosismo entre la iniciativa privada tanto nacional como de Estados Unidos y Canadá, los principales socios comerciales de México.

Las fuentes afirmaron que la próxima mandataria sostuvo una reunión privada con AMLO, en donde finalmente se decidió que la reforma al Poder Judicial debía ser aprobada a la brevedad.

Otras imposiciones a Claudia Sheinbaum

Según el medio, ésta no ha sido la única vez en que López Obrador ha presionado a Sheinbaum. Menciona que el presidente ha designado a más de 30 personas para el gobierno que viene, bajo el argumento de que había que reconocer a las personas que habían trabajado en su gobierno, aunque en un principio le pidió que fueran cinco.

Uno de los nombres que habrían sido impuestos es el de Rosa Icela Rodríguez, quien se desempeña actualmente como secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana y será la próxima titular de la Secretaría de Gobernación (Segob).

Aunque Sheinbaum logró hacer designaciones importantes a modo personal, como son los casos del próximo director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Víctor Rodríguez Padilla, y el secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Ricardo Trevilla Trejo.

Las personas allegadas a la exjefa de gobierno también afirmaron que AMLO busca mantener su control dentro de Morena, al designar a la actual secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, como la presidenta nacional del partido, y ubicar en un cargo estratégico a su propio hijo, Andrés López Beltrán.

El control del partido es crucial porque allí se aprueban las candidaturas para alcaldías, gubernaturas y poderes legislativos locales y federales. Todas decisiones que ahora tendrán que contar con el visto bueno del hijo del presidente,

subraya el medio.

En el artículo se afirma que, incluso, la próxima mandataria federal no habría tenido voz ni voto en la elección de su lugar de residencia, ya que aunque prefería vivir en una residencia propiedad del gobierno en el sur de la Ciudad de México, AMLO la convenció de vivir en Palacio Nacional.

Con información de ABC

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