En medio del cambio de gobierno, uno de los temas que estarán surgiendo con fuerza en los próximos días es la deuda de proveedores con Petróleos Mexicanos (Pemex). Ya es una de las primeras “papas calientes” que le explotarán en las manos a la próxima presidenta del país.
Hay empresarios que ya están gestando una ruta de acción para visitar la casa de campaña de Claudia Sheinbaum en Iztapalapa, por la percepción de que Pemex no tiene una fecha clara para atender estos adeudos y más por el fin de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Si se da este encuentro sería la cereza de pastel de una mala relación de Claudia Sheinbaum con Octavio Romero Oropeza y en la que sobresale que la científica ya no lo puede, ni quiere ver.
Llegada positiva, pero aún ¿pasiva?
La Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB), a través de su presidente Álvaro García Pimentel, consideran la llegada del nuevo director general de la Bolsa Mexicana de Valores, Jorge Alegría, positiva y un acierto en medio de los cambios realizados con la reforma a la Ley del Mercado de Valores misma que también busca incentivar a los derivados.
Alegría destaca por contar con experiencia en el sector financiero y de mercado; además, fue director senior de CME Group (Chicago Mercantile Exchange) y en México estuvo a cargo del desarrollo de mercados, clientes y productos derivados para América Latina. Pero también se desempeñó como director general del Mercado Mexicano de Derivados (MexDer) y como director general adjunto de la Bolsa Mexicana de Valores, supervisando las Operaciones de Mercados y los Servicios de Datos del Grupo BMV.
Pese a su experiencia, y a un mes de su llegada, la participación del nuevo director general luce pasiva. Sus apariciones en eventos propios de la BMV son muy imitadas y, hasta ahora, se ha mantenido alejado de las sesiones de preguntas y respuestas, incluso de comentarios acerca del propio desempeño del mercado el cual ahora lidera.
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