El principio de año no ha sido benévolo con Mark Zuckerberg y su compañía Meta. Las acciones de la marca tuvieron un desplome histórico y el empresario dejó de ser parte de los top 10 millonarios del mundo. 

La caída de la otrora Facebook fue sorpresiva por su velocidad, pero no inesperada. Desde 2021, Meta ha estado enredada en una serie de conflictos que tarde o temprano iban a pegar en su valor en el mercado. 

El gigante tecnológico de Menlo Park vivió el año pasado tratando de resolver varios temas. Uno de ellos la acusación por parte de autoridades estadounidenses de ser un monopolio. También señalamientos sobre su papel en la difusión de fake news y reclutamiento de personas por parte de grupos extremistas. 

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Además, encontraron el tiempo para una pelea mediática con Apple por el tema de la protección de datos personales de Facebook en Instagram (también de Meta) para usuarios en dispositivos como el iphone y el ipad.

Este año pinta igual o más difícil para Zuckerberg. De entrada, Peter Thiel, uno de los inversores iniciales y figura prominente dentro de Facebook (incluso aparece como personaje en la película The Social Network) ha dejado la junta del consejo.

Y en otra pelea que la marca trae, esta vez con las entidades protectoras de los datos personales de la Unión Europea, el CEO de Meta amenazó esta semana con retirar sus productos de este mercado. 

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¿No es suficiente? En uno de los mundos virtuales con los que Zuckerberg pretende ser líder en el metaverso, Horizon Worlds, se levantaron quejas de acoso sexual hacia dos mujeres distintas. Porque sí, también en un universo de pixeles habitado por avatares (representaciones digitales de una persona) también hay malas intenciones.  

El declive de las plataformas

Sin embargo, el problema que ocasionó la caída de las acciones de la compañía es uno que no hemos mencionado: la pérdida de usuarios. 

Al bajar el número de personas con cuentas en Facebook e Instagram caen también los ingresos publicitarios. Y manda una señal negativa sobre el futuro de estas plataformas. Porque nadie quiere ser parte del próximo Hi5, MySpace o Google+ (¿alguien las recuerda?)

Si Meta quiere darle la vuelta al desplome de sus acciones tiene que dejar de pelear en tantos frentes y consolidar la oferta de sus productos. 

Porque es una realidad, Facebook perdió tracción entre grupos demográficos más jóvenes y dejó de ser divertido. Por su parte, Instagram está perdiendo la batalla del formato de video corto contra TikTok porque simplemente no es atractiva para los creadores de contenido que encuentran mejores comunidades y crecimiento en la competencia. 

La triste verdad es que las redes sociales de Mark Zuckerberg han priorizado los anuncios comerciales sobre el contenido atractivo. Si tienes Insta puedes confirmarlo, entra a tu cuenta y verás que son tres posteos de alguien que sigues e inmediatamente un anuncio. 

Cuando el 25% de la experiencia de usuario de un desarrollo tecnológico se trata de publicidad, significa que  alguien no está pensando en conservar a los usuarios. 

Esperemos que Meta honre su misión original, esa que proclamó ante el mundo y decía “dar a la gente el poder de crear comunidades y unir más al mundo”. 

Como sociedad que vive una relación intrínseca con la tecnología, necesitamos que agregue valor a nuestra existencia y no que nos convierta en integrantes de un modelo de negocio dedicado a la publicidad.  

*Omar Flores es fundador de Black Cherry Contenidos y experto en marketing digital y tecnología. Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor.