#InformaciónConfidencial: Pemex dice que siempre no, Talos y Carlos Slim retoman el control de Zama
En los pasillos de la industria energética se comenta que Talos volverá a ser el operador del megayacimiento Zama, el hallazgo histórico en aguas someras del Golfo de México que promete salvar la producción de Petróleos Mexicanos (Pemex), y en el cual el hombre más rico del país tiene un gran interés.
Detrás de este movimiento hay un entramado que combina paciencia regulatoria, músculo financiero y la sombra ineludible de Carlos Slim. El magnate mexicano, a través de Grupo Carso, elevó a finales del año pasado su participación en Talos México hasta alcanzar el 80%, convirtiendo a la compañía en su llave de acceso al campo que podría aportar cerca del 10% de la producción petrolera nacional en 2029.
La operación no ha sido sencilla. En Talos Energy tuvieron que volver a presentar trámites por un cambio de control del operador en México, lo que reinició el reloj regulatorio. La compañía ahora espera cerrar la transacción hacia el final del tercer trimestre.
Mientras tanto, la alianza con Harbour y Carso se mantiene sólida, trabajando codo a codo con Pemex para darle viabilidad al proyecto.
El delicado equilibrio con Pemex
El campo Zama, descubierto por Talos en 2017 junto a Sierra Oil & Gas y Premier Oil, fue desde un inicio motivo de disputa con el gobierno mexicano. El argumento: que el yacimiento se extendía hacia una asignación de Pemex. Tras años de negociación, se estableció una unificación que otorgó a la estatal 50.4% de participación y dejó al consorcio privado con el resto.
Hoy, Talos asegura que su plan de desarrollo podría ser “más simple, de menor costo y riesgo” que la propuesta inicial de Pemex, aunque sin perder de vista que el proyecto debe avanzar bajo una lógica de cooperación. En sus palabras, el objetivo es que, cuando el plan llegue a la fase de inversión final (FID), sea la ruta más generadora de valor posible para el país y los socios.
Zama no es un activo menor. Ubicado a 70 kilómetros de Dos Bocas, Tabasco, con un tirante de agua de 150 metros, el campo concentra cerca de 800 millones de barriles de petróleo crudo equivalente en reservas. Está catalogado entre las 10 áreas más valiosas del país.
El hecho de que haya sido el primer descubrimiento de un privado tras la apertura energética lo convirtió en símbolo político y empresarial. Y ahora, con Slim tomando el control mayoritario de Talos México, el tablero se vuelve aún más interesante.
Pemex con la mayoría en la mesa, Talos como operador de facto y el hombre más rico de México con un pie firme en uno de los proyectos estratégicos del sexenio. Un triángulo de poder donde cada movimiento se mide en millones de barriles… y en silencios calculados.
Sin pagar adeudos
Y hablando de Pemex, sus problemas financieros golpean de lleno a la industria energética y a miles de familias. Desde la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros A.C (Amespac) acusan que la instrucción de no permitir a los proveedores facturar los servicios prestados en 2024 mantiene a las compañías al borde del colapso.
Según sus cálculos, tan solo en su gremio se acumulan adeudos por más de 74,000 millones de pesos. La falta de pagos ya se traduce en más de 15,000 empleos directos perdidos en Campeche, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas, mientras que las pequeñas y medianas empresas, sin la capacidad financiera para resistir, son las más afectadas.
Y hay un punto clave: si no se pagan a las empresas de servicios que realizan la exploración y extracción de hidrocarburos, el golpe a la producción petrolera será inevitable.
El escenario se vuelve aún más crudo cuando se mira desde la calle. Medios han expuesto que 1,200 trabajadores de las refinerías llevan más de cinco meses sin cobrar su salario, debido a los adeudos que Pemex arrastra con al menos 25 contratistas. Esta semana se cumplieron 100 días de plantón frente a la refinería de Minatitlán, por ejemplo.
El contraste es brutal: mientras en los discursos oficiales se habla de planes estratégicos, fondos de inversión y mejores calificaciones crediticias, en el terreno real hay empleados que sobreviven sin salario y empresas al borde de la quiebra.
Fitch opina sobre el plan de rescate
Finalmente, Fitch Ratings evaluó recientemente el plan financiero de Pemex y lo calificó como neutral para la banca comercial y de desarrollo mexicana.
La calificadora indicó que, aunque la petrolera ha mejorado ligeramente su perfil crediticio gracias a los apoyos gubernamentales para cubrir vencimientos de deuda, es poco probable que los bancos comerciales incrementen su exposición debido al elevado riesgo que Pemex sigue representando.
Además Fitch advirtió: “Los préstamos bancarios a los proveedores de Pemex podrían experimentar un aumento adicional en la cartera vencida si la empresa continúa retrasando los pagos”.
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