#InformaciónConfidencial: Las dudas sobre la IED en México
La Secretaría de Economía divulgó este jueves los datos de la Inversión Extranjera Directa (IED) al primer trimestre del año y presumió un máximo histórico por 21,373 millones de dólares (mdd), sin embargo, como dice el dicho ‘el diablo está en los detalles’.
Y es que la dependencia que dirige Marcelo Ebrard Casaubón celebró el crecimiento de 5.4% anual, solo al considerar cifras preliminares, pues al tomar en cuenta las cifras revisadas se daría una caída de 21% anual.
Este tema de debate no es nuevo, siempre ha surgido la duda sobre cómo se deben analizar los datos de la IED: cuando salen las preliminares y cuando se actualizan, pero en el documento publicado hay omisiones que complican su interpretación.
Por ejemplo, solo se menciona un crecimiento de 165% anual en las ‘nuevas inversiones’, pero sin el monto. El dato con cifras revisadas de este concepto fue de 878.6 mdd en el 1T24.
Tampoco se hace mención sobre cuánto de la IED del 1T25 corresponde a reinversión de utilidades y cuánto a cuentas entre compañías.
Todos estos datos demuestran además un rezago, pues ya estamos por entrar al último mes del segundo trimestre y todavía no se tienen detalles específicos de la IED del inicio del año.
Recorte en las expectativas de IED en México
Con la desaceleración de la actividad económica y la incertidumbre global e interna, los analistas consultados por Banxico recortaron recientemente su expectativa sobre la IED para este año.
En todo el 2025 se esperaría que la IED ascienda a 33,850 mdd según la encuesta de abril, monto que se recortó desde 35,000 mdd del ejercicio de marzo. En enero de este año el consenso estimó que la IED sería de 37,000 mdd.
Por lo pronto las expectativas ya perfilan una caída de la IED en todo el 2025, pues en el 2024 se captaron 36,872 mdd.
Solo una sólida recuperación, nula incertidumbre y señales del nearshoring podrían hacer que la IED del 2025 tenga un crecimiento.
Alstom, blindaje con asteriscos ante la ofensiva arancelaria de Trump
Aunque los nuevos aranceles de Donald Trump a las importaciones desde China buscan golpear a los grandes jugadores industriales con operaciones globales, la francesa Alstom parece tener un escudo, aunque con ciertas costuras.
Y es que la mayor parte del negocio de la empresa de trenes en Estados Unidos —uno de sus principales mercados— se encuentra relativamente protegido gracias al T-MEC, ya que buena parte de la producción y suministro se realiza desde plantas en México y Canadá. El grupo habría reforzado estas cadenas en los últimos años, anticipando justamente movimientos de este tipo.
Donde sí hay una fisura, aunque menor, es en los componentes provenientes de China, que representan menos del 10% del costo de abastecimiento de sus proyectos estadounidenses para el año fiscal 2026.
No obstante, Alstom ya se encuentra en negociaciones con sus clientes para activar cláusulas contractuales de cambio legislativo, lo que les permitiría trasladar parte del impacto al comprador final. En otras palabras: los trenes seguirán en marcha, pero el costo de los rieles podría compartirse.
Por ahora, el diagnóstico interno de la empresa es que la exposición neta a los nuevos aranceles anunciados no es significativa. Pero en los pasillos ejecutivos de su filial americana no pierden de vista que, con Trump, los anuncios pueden ser apenas el primer vagón.
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