SAT ha embargo casi 1,500 mdp en mercancías
Fotoarte: Archivo

Las casas de bolsa han encontrado en las empresas de poca bursatilidad que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) una dosis contra la volatilidad que provocó el “carro completo” de la 4T en los mercados financieros.

Hablamos de Grupo TMM (distribuidor de transporte marítimo de Pemex), Corporación Interamericana de Entretenimiento (dueña de OCESA), Cultiba (embotellador de la marca Pepsi en México), Value Grupo Financiero y Bafar, productor y distribuidor de productos cárnicos. Empresas que han pagado los rendimientos más atractivos durante junio.

El volumen de operación de las “empresas olvidadas” se ha movido principalmente a través de Grupo Bursátil Mexicano (GBM), Citibanamex, Actinver, Santander, Scotiabank e Inversora Bursátil.

Las ganancias de estas emisoras contrastan con las pérdidas del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), que agrupa a los gigantes de la BMV como América Móvil y Carso, de Carlos Slim; Banorte, de la familia Hank o Walmart de México. 

El principal índice accionario de México se encamina a finalizar el mes con pérdidas superiores al 5%. Una respuesta de los inversionistas a la mayoría calificada que consiguieron Morena y sus aliados en el Congreso, y que les da vía libre para reformar al Poder Judicial.

Hace unos meses, algunos intermediarios bursátiles alertaron a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) que las casas de bolsa de GBM y Actinver “inflaron” las acciones de Bafar para compensar las pérdidas de otras inversiones.

Otro golpe a Mega 

La Operadora de Servicios Mega recibió otro golpe, mientras busca la manera de evitar el default de un bono internacional con vencimiento en 2025. Esta semana, la agencia PCR Verum recortó las calificaciones crediticias de corto y largo plazo de la financiera que preside Guillermo Romo, luego de que Moody’s y S&P Global hicieran lo propio.

La calificadora alertó que los desafíos para Mega se han agravado de cara a los próximos meses, ya que la mayoría de sus pasivos con costo ahora son de corto plazo, además de que tiene un alta dependencia al fondeo en los mercados, una llave que está cerrada para las Instituciones Financieras no Bancarias en México.

Mega está a la espera de conseguir un crédito para evitar el incumplimiento en el pago de su deuda. Los acreedores, por su parte, no están contentos con la opacidad de la emisora, que no ha dado explicaciones sobre su situación financiera actual.

Tampoco gustó la sustitución de Deloitte, firma que fungía como auditor externo. Un tenedor relevante de los bonos de Mega advirtió que este cambió “es un asunto grave” y podría tener como consecuencia el vencimiento anticipado de los certificados bursátiles.

Por lo pronto, Mega ha retrasado el envío de sus estados financieros correspondientes al ejercicio anual de 2023, a la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), centro bursátil donde colocó su deuda.

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