#InformaciónConfidencial: Corrupción en la Marina, ¿la crisis salpica a este sexenio?
La detención del vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna, así como la orden de aprehensión en contra de su hermano Fernando, ambos sobrinos políticos del almirante José Rafael Ojeda Durán, exsecretario de la Marina en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, está destapando una intrincada red de corrupción que no solo implica huachicol fiscal y delincuencia organizada.
A los hermanos Farías Laguna se les identifica como “Los Sobrinos” por el parentesco y la supuesta protección que recibían del almirante Ojeda Durán, y quienes, según nos dicen, también habrían levantado una red de corrupción para permitir contrataciones chuecas.
En enero pasado, EL CEO publicó el reportaje “Secretaría de Marina: los millonarios negocios de personas comunes”, donde esta casa editorial reveló que, entre los años 2019 a 2024, la institución castrense adjudicó 14 contratos a siete “misteriosos proveedores” que, en conjunto, sumaron al menos 478 millones de pesos (mdp).
Los beneficiados por dichas contrataciones eran “personas comunes y corrientes”, señala el reportaje firmado por Sergio Rincón, quienes antes de convertirse en “empresarios” ocupaban distintos oficios: empleados, estudiantes, amas de casa e incluso un chofer de transporte público; levantando sus “emprendimientos” dentro de lugares inverosímiles: casas particulares e incluso un molino de chiles.
¿Dichas contrataciones tienen relación con “Los Sobrinos”?
Secretaría de Marina, negocios de este sexenio
Según nos cuentan, la corrupción dentro de la Secretaría de Marina no solo involucró a los hermanos Farías Laguna dentro del huachicol fiscal, el delito por el que actualmente se les persigue, sino que estos también habrían controlado diversas contrataciones que pasaban por la institución.
Uno de los casos más impactantes documentados por EL CEO es el de José Antuhan García Ramírez, estudiante de 22 años, cuya empresa Below The Line Prodigy, S.A. de C.V., recibió contratos por 152 mdp apenas cinco meses después de ser fundada.
García Ramírez era apenas un prestanombres, pues el verdadero dueño y operador de Below The Line Prodigy era su padre, José Abraham García Yáñez, quien no podía ser proveedor por ser personal activo de la Semar. Para cubrirse, el militar también recurrió a Karina Yáñez Rodríguez, tía del joven, y a Efraín Ramírez Almendariz, exesposo de Karina.
Dichas contrataciones, según dicen personas cercanas al tema, habrían recibido el beneplácito y la complacencia de los hermanos Farías Laguna, “Los Sobrinos”.
Below The Line Prodigy además tiene una empresa hermana creada el mismo día: se trata de LP Beneficios Corporativos México S.A. de C.V., fundada por Ramírez Almendariz y Abraham García Moreno, otro familiar del joven universitario.
Ambas empresas fueron contratadas para distribuir despensas, alimentos preparados y agua embotellada para los pobladores afectados por el huracán John, en Acapulco y otros municipios de Guerrero, en octubre de 2024.
Es decir, dicha adjudicación se dio unos días después de que entró en funciones este gobierno.
Otra fuente dijo a EL CEO que el joven José Antuhan presumía recibir “apoyos” de la Secretaría de Marina de forma recurrente. De hecho, al ser cuestionada por estas contrataciones, la dependencia argumentó que ni la fecha de creación ni la falta de experiencia representaron un impedimento para contratar a estas empresas.
IEPS: impuesto sin salud
La noche de este lunes 8 de septiembre, el Ejecutivo entregó a la Cámara de Diputados el Paquete Económico 2026 y, con este, volvió a la mesa el debate sobre el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a bebidas azucaradas y alimentos con alto contenido calórico.
Desde su creación en 2014, la narrativa oficial ha sido que este gravamen busca desincentivar el consumo y mejorar la salud pública. Sin embargo, los resultados cuentan otra historia: la recaudación ha crecido más del 40% en términos reales, pero los indicadores de obesidad y diabetes no solo no han mejorado, sino que siguen empeorando.
Los organismos internacionales han encendido las alarmas. La OMS estima que más de un tercio de los adultos mexicanos vive con obesidad; UNICEF advierte que uno de cada tres niños y adolescentes enfrenta sobrepeso; y la OCDE calcula que estas enfermedades cuestan 5.8% del PIB cada año en atención médica y pérdida de productividad. Si el IEPS hubiera sido una herramienta efectiva de salud pública, esas cifras ya habrían comenzado a descender.
La raíz del problema es mucho más compleja: una dieta basada en exceso de calorías, alimentos ultraprocesados, escasa educación nutricional y bajos niveles de actividad física. El IEPS es un impuesto recaudatorio más que preventivo, como han señalado expertos nacionales e internacionales.
El desafío para México no es mantener un impuesto que encarece la vida diaria, sino construir políticas integrales que combinen educación alimentaria, campañas de prevención, entornos urbanos que promuevan la actividad física y un acceso real a servicios de salud de calidad. La discusión en el Congreso será la prueba. ¿Los legisladores están dispuestos a replantear este instrumento y apostar por una estrategia de salud pública más ambiciosa?
Kapital Bank, en la mira de calificadoras tras compra de Intercam
La compra de Intercam no solo le permitió a Kapital Bank dar el paso que necesitaba para convertirse en un grupo financiero, también la puso en la mira de las calificadoras, quienes anunciaron movimientos tras esta operación.
El caso más reciente es el de Moody’s Local México, que decidió colocar la perspectiva de la institución financiera en desarrollo. Antes de ello, la perspectiva era “estable”. Pese al cambio, la calificación de depósitos de largo plazo en moneda local –que permite evaluar la capacidad de la institución para cumplir con el pago de depósitos hechos por clientes– se mantuvo en “A-.mx”.
La asignación de perspectiva dependerá de la evolución en la consolidación de la compra, así como de la integración de los negocios que eran de Intercam en el balance del nuevo grupo financiero, apuntó la calificadora.
Días antes, Fitch Ratings hizo un movimiento similar. Si bien asignó la calificación “BBB+(mex)” para la calificación nacional de riesgo contraparte de largo plazo para Kapital Bank, también la colocó en observación en evolución. Ello implica que la calificación puede modificarse a la baja o al alza, tomando en cuenta las implicaciones de la compra del negocio de Intercam. Los cambios que realice Fitch Ratings podrían tomar más de seis meses.
Kapital Bank adquirió gran parte del negocio de Intercam, entre ellos activos, pasivos, sucursales y fideicomisos, así como la casa de bolsa y la operadora de fondos.
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