Andrés Manuel López Obrador
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos
Presente

Le escribo estas líneas, señor presidente, con suma preocupación por las constantes violaciones a los principios de la secrecía de la información de los particulares, el secreto fiscal, el secreto bancario, y por no dejar de usar a las dependencias públicas como herramientas de control político en contravención a la legislación vigente al insistir en exponer información privada de la senadora Xóchitl Gálvez y, de igual manera, por insistir en mentirle al pueblo de México de una manera tan burda.

Usted declaró lo siguiente durante su conferencia mañanera: “Esta es la información que recibí sobre contratos de Xóchitl Gálvez por alrededor de 1,400 millones de pesos en nueve años y que estoy enviando al señor Claudio X. González para su análisis y verificación. Además, él puede ampliar la información, con sus investigadores, y hacer la denuncia legal correspondiente”

Al afirmar que la información y documentación simplemente le llegó, se muestra una falta de respeto hacia la transparencia y la rendición de cuentas que son fundamentales en un gobierno democrático. Es inaceptable que se pretenda evadir responsabilidades al no tomar las acciones correspondientes ante la aparición de información relevante en su escritorio. ¿Por lo menos mandó investigar el origen del sobre?

¿Entiende que Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad es un Think Tank en el que se ejerce el periodismo de investigación y que no es una oficina descentralizada de la Fiscalía General de la República?

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No puedo evitar señalarle que el presidente de México, el hombre más poderoso del país, no puede simplemente decir que le llegó información sensible de un particular y proceder a divulgarla en medios de comunicación sin darle vista a la Fiscalía General de la República.

¿Nadie le advirtió que varios elementos contenidos en su “denuncia” están protegidos por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y por diversas leyes o que, incluso, su mera obtención podría implicar que estamos frente a un posible delito?

Le escribo porque me resulta preocupante atestiguar que el presidente no haya hecho lo que se esperaría del funcionario público con mayor jerarquía de México: proteger a una ciudadana sin importar su nombre o a que equipo de fútbol le vaya.

Le escribo porque no me queda claro si la Consejera Jurídica del Ejecutivo Federal tiene la capacidad para asesorarle correctamente, ya que al ver las pifias en las que han terminado las defensas legales de sus iniciativas, las respuestas a los procedimientos legales en los que la Presidencia ha estado involucrada, o simplemente al leer las publicaciones que han subido a redes sociales ganándose, a pulso, las burlas de la comunidad jurídica resulta inevitable el preguntarle: ¿no tiene abogadas y abogados que lo asesoren correctamente? De ser así esto representa un grave peligro para la estabilidad de las instituciones.

Pero no se preocupe, porque en mi ánimo de coadyuvar para que la seguridad jurídica de su administración no siga en caída libre, con gusto le hago llegar la siguiente tarjeta informativa por si acaso le vuelve a llegar información sensible de un particular y no repita los fiascos cometidos con Carlos Loret y Xóchitl Gálvez:

“Pueblo de México, me han hecho llegar un sobre amarillo con información de uno de mis adversarios, pero al estar esta protegida por la ley, considero imperativo recordarles que el respeto a la secrecía de la información de los particulares encuentra su sustento legal en nuestra Constitución, así como en la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares, en el Código Fiscal de la Federación y en la Ley de Instituciones de Crédito. Estas normativas establecen claramente que los datos personales deben ser tratados de forma confidencial, protegiendo la privacidad y la dignidad de los individuos.

“Estas leyes establecen que la información financiera y fiscal de los contribuyentes y clientes bancarios es confidencial y sólo puede ser divulgada en casos específicos y previamente establecidos por la ley. La violación de estos principios pone en riesgo la seguridad jurídica de los ciudadanos y socava la confianza en el sistema tributario y financiero del país.

Han sido tomadas medidas concretas para asegurar el respeto a la privacidad de los particulares, así como a los principios del secreto fiscal y bancario por lo que, en el supuesto que a la Presidencia de la República hagan llegar nuevamente información sensible de particulares, se buscará salvaguardar en todo momento la seguridad jurídica de las y los ciudadanos afectados dándose vista a las autoridades responsables para que inicien las investigaciones correspondientes en atención al respeto a la legalidad.

“La confianza y el respeto de la ciudadanía se ganan mediante acciones responsables y respetuosas de los derechos fundamentales, y eso haremos hasta el último día de esta administración.

“Es prudente clarificar que el sobre amarillo no contenía dinero o, por lo menos, eso me dijeron

Entiendo, señor Presidente, que los abogados podemos ser considerados como un dolor de muelas, pero también como la columna vertebral del orden constitucional de un país; sin las abogadas y los abogados, todo se desmoronaría más rápido que un castillo de naipes en un terremoto. Así que agradezcamos a esos héroes oscuros por mantener nuestra sociedad en pie, incluso cuando los políticos intentan hacerla añicos.

Sin más por el momento, le reitero la seguridad de mi consideración distinguida.

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