Volaris, Viva y Aeroméxico navegan entre la turbulencia regulatoria y operativa
La alerta de seguridad que emitió el fabricante de aeronaves europeo Airbus hace unos días prendió alertas entre Volaris y Viva Aerobus, situación que se sumó al listado de hechos clave que han impactado a las aerolíneas mexicanas –incluida Aeroméxico– en lo que va de 2025.
La actualización -que abarcó 183 equipos de Volaris y Viva Aerobus, no causó mayores incidentes en la operación de ambas compañías. No obstante, recordó los problemas de flota que ambas aerolíneas atraviesan desde hace algunos años.
Volaris y Viva operan con parte de sus aeronaves en tierra desde finales de 2023, luego de que el fabricante Pratt & Whitney comenzó con una revisión anticipada de motores, la cual desde ese momento se supo, duraría varios años.
Este escenario las llevó a desarrollar estrategias en busca de reducir el impacto en su operación. Dichas estrategias van desde la priorización de rutas más rentables, hasta otras más polémicas, como la utilización de los llamados arrendamientos húmedos, o wet leases.
Este tipo de arrendamientos, que permiten la contratación temporal de aeronaves y tripulaciones extranjeras –al no existir proveedores nacionales– las ha enfrentado con el descontento de pilotos mexicanos.
Pero los shocks no se limitan a un tema de flota. Este año las aerolíneas también lidiaron con el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

El impacto de Trump golpea el mercado aéreo México–EU
El segundo mandato del político del republicano trajo consigo una agresiva política migratoria que puso a los inmigrantes indocumentados –principalmente latinos– en la mira. Para las aerolíneas se tradujo en una desaceleración en el tráfico de viajeros en el mercado transfronterizo entre México y Estados Unidos, el más importante a nivel mundial.
En la parte regulatoria, el Departamento de Transporte (DOT) aplicó una serie de sanciones contra las aerolíneas mexicanas, las primeras de ellas en julio. Así, las aerolíneas mexicanas deben obtener una autorización por escrito del DOT para operar vuelos chárter de carga o pasajeros con aeronaves grandes. También les ordenó registrar todas sus operaciones entre Estados Unidos y cualquier punto fuera de ese país.
Sin embargo, el golpe más fuerte lo recibió Grupo Aeroméxico. El DOT le ordenó poner fin al acuerdo de colaboración conjunta con Delta Air Lines, su socia y accionista. A través de esa alianza, ambas aerolíneas operaron por casi una década como una sola en el mercado transfronterizo.
Si bien el DOT fijó el 1 de enero de 2026 como el plazo final para la alianza, Aeroméxico y Delta llevaron el asunto a tribunales, consiguiendo una suspensión provisional de dicha orden.
Finalmente, en octubre el DOT congeló la operación de 13 nuevas rutas hacia Estados Unidos, la mayoría desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Este freno afectó principalmente a Viva Aerobus.
El DOT también prohibió las operaciones de carga en vuelos regulados combinados o chárters entre el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) y cualquier punto de los Estados Unidos.
Un sector acostumbrado a los shocks
Pareciera que 2025 es un año de gran turbulencia para las aerolíneas, pero para Brian Rodríguez, analista bursátil de Monex Casa de Bolsa, es un recordatorio de que el sector aéreo, históricamente presenta retos.
Entre estos retos se encuentran las fluctuaciones en el precio de los combustibles, ya que su principal insumo es la turbosina. También es un sector susceptible a variaciones en el tipo de cambio y en la inflación, además del consumo.
Aunado a estos factores, en los últimos años la industria registra otros shocks. El ejemplo por excelencia es la pandemia de covid-19, que frenó los viajes a nivel mundial e incluso llevó a aerolíneas, como Aeroméxico, a iniciar procesos de reestructura para garantizar su viabilidad.
La aerolínea del “caballero águila” vivió un evento similar al de la revisión de motores de Volaris y Viva Aerobus. La compañía se vio obligada a poner en tierra sus equipos Boeing 737 MAX-8, modelo que le generó una crisis global al fabricante estadounidense Boeing.
La medida inició en marzo de 2019 y se extendió hasta diciembre de 2020, lo que representó pérdidas millonarias para la aerolínea, y una caída de su tráfico de viajeros.
Esos shocks atípicos no deberían de ser normales, pero de unos años para acá parece que sí son comunes para las aerolíneas
dijo Rodríguez a EL CEO.
Perspectivas positivas rumbo a 2026
Si bien el año que termina estuvo marcado por la turbulencia para las aerolíneas, el analista de Monex consideró que fue un año positivo.
Si le sumamos todos estos retos y después vemos los resultados… desde nuestra perspectiva es positivo
señaló.
Más allá de sus tráficos de pasajeros, Volaris, Viva Aerobus y Aeroméxico presentan mejoras en sus márgenes operativos. Además, en cuanto a nivel de costos, las empresas han mostrado resiliencia.
Para 2026, las estimaciones son mejores, de acuerdo con Monex. Parte de esas proyecciones tienen como base la recuperación, casi en su totalidad, de la capacidad de Volaris y Viva Aerobus, ya en la recta final de la revisión de motores.
Además, las aerolíneas también se beneficiarán del Mundial de Fútbol de 2026, en el que México participa como uno de los tres países sede. La justa mundialista, que se desarrollará los meses de junio y julio, no solo tendrá un impacto en el tráfico de viajeros de las empresas, sino en el ticket promedio por asiento.
Tenemos un 2025 que consolida de alguna manera los márgenes de las tres aerolíneas, pero en el 2026 tienen esa oportunidad de generar un boost
apuntó.







