Uno de los ventiladores pulmonares aprobados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) está listo para producirse a gran escala en México.
Se trata del prototipo que elaboró el Centro Nacional de Ingeniería y Desarrollo Industrial (Cidesi) a partir de un diseño abierto compartido por el Massachussets Institute of Technology (MIT) estadounidense.
Los responsables del ensamblaje son varios miembros del Clúster Automotriz del Estado de México, quienes recibieron esta semana la aprobación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para reproducir hasta 50,000 unidades en lo que resta del 2020.
Este dispositivo funciona a partir de un mecanismo que acciona un resucitador manual, instrumento plástico que da ventilación para pacientes con dificultades para respirar por cuenta propia.
“Estamos trabajando desde hace más de un mes en este proyecto. Cidesi lidera el diseño y Dassault Systemes apoyó con las validaciones y simulaciones para encontrar fallas. Ya pasamos esta etapa y lo que sigue es la parte de manufactura”, dice Gunther Barajas, presidente del Clúster.
De acuerdo con el directivo, el proceso de producción está liderado por ZF, compañía que tiene 16 plantas en el país, donde fabrica bolsas de aire, cinturones de seguridad, volantes, frenos, suspensiones, amortiguadores, y otros productos automotrices.
No obstante, alrededor de 20 compañías automotrices con presencia en el Estado de México participan en el proyecto, además de Mabe y Zodiac Aerospace.
El dispositivo funciona gracias a un par de brazos mecánicos que son accionados a través de un motor y un engranaje que se cierran para hacer presión en el resucitador manual, también conocido como ambú.
El proyecto se encuentra en la fase inicial de producción, que establece 50 unidades hacia la próxima semana. Luego pasará a la etapa dos, donde se entregarán 500 piezas más. Finalmente, a partir de la segunda quincena de mayo comenzará la fase final, que contempla la entrega de 50,000 hasta fin de año.
La emergencia avanza
En marzo pasado, el MIT publicó planos gratuitos para la fabricación de ventiladores de emergencia -llamados MIT E-Vent- que prometen tener un costo inferior a 25,000 pesos (100 dólares).
El dispositivo trabaja a partir de la bolsa ambú, diseñadas para ser exprimidas a mano. Gracias al aparato, las bolsas son apretadas por brazos mecánicos, lo que dirige aire a través de un tubo conectado a los pulmones del paciente.
Conforme avanza la pandemia de coronavirus, una de las carencias reportadas en los sistemas de salud de todo el mundo es la falta de ventiladores. De ellos depende la supervivencia de los enfermos que dejarían de respirar por sí solos.
En México el número de personas que requirieron conexión a un ventilador creció 61% en la última semana y los contagios de coronavirus prácticamente se duplicaron.
De acuerdo con una base de datos de la Dirección Nacional de Epidemiología, entre el 20 y 28 de abril, los contagios confirmados de COVID-19 pasaron de 8,772 a 16,752, mientras que los intubados totales -con y sin coronavirus- se elevaron de 975 a 1,572.
Hasta la fecha se desconoce el número de ventiladores con los que cuenta el sistema de salud. En marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que había 5,000 en todo el país, por lo que ordenó la compra de 5,000 más a China y 10,000 a Estados Unidos.
Además del ventilador del Clúster mexiquense, el Conacyt trabaja en un prototipo llamado Gatsy, de los cuales se espera una producción de 500 unidades para el 15 de mayo.
Sin embargo, este prototipo aún no cuenta con un programa de fabricación en masa.
Conacyt informó que estos dos modelos son los únicos que superaron las pruebas de calidad y seguridad biomédica con un pulmón artificial y otras verificaciones de seguridad.
La Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) también trabaja en un brazo mecánico similar al E-Vent, aunque no este no ha sido aprobado por las autoridades sanitarias.