Durante la pandemia a nadie le importa cómo viste y qué zapatos usa, sino qué come y qué compra en el supermercado.

La venta de ropa y calzado resultó ser la más afectada en el consumo nacional en los meses de confinamiento; de marzo a junio la categoría registró una caída promedio en ventas a mismas tiendas (aquellas con un año o más en operación) de 60%, según datos de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicios, Departamentales y Especializadas (ANTAD).

En cambio, las ventas de mercancías relacionadas al supermercado, como son alimentos, bebidas y abarrotes, subieron 1.9% en el mismo lapso. La categoría de mercancías generales, que incluyen electrodomésticos, equipo de cómputo y otros, también retrocedió en promedio 16.4%, según los datos desagregados de la ANTAD.

La afectación va ligada al cierre de las cadenas departamentales como Palacio de Hierro, Liverpool o Sears, además de la débil salud económica de la población en estos momentos.

La caída en la categoría está estrechamente ligada al cierre de tiendas departamentales y a su naturaleza, porque no son artículos esenciales y las familias priorizan su gasto a artículos de primera necesidad

dijo Verónica Uribe, analista independiente.

Desde el primero de abril, por disposición oficial, los grandes almacenes y otros establecimientos catalogados como no esenciales fueron cerrados al público para prevenir nuevos contagios por SARS-CoV-2.

Aquí puedes leer como esta decisión llevó a que las departamentales tuvieran un descalabro 

Las restricciones de movilidad y el trabajo remoto hicieron que las personas no tuvieran necesidad de comprar ropa nueva, no existe ya esa motivación. Además, en la compra de ropa se prioriza el probarla antes de adquirirla, algo que se dificulta en las plataformas de comercio electrónico

comentó Marisol Huerta, analista de consumo en Banco Ve por Más.

Una lenta recuperación

Una recuperación en las ventas de indumentaria será lenta y no terminará con la reapertura de los diferentes establecimientos dedicadas a su comercialización.

La vuelta a la compra de moda llevará tiempo (…) las compras del cliente no serán prioritarias, ya que dependerá de la situación económica por la que se encuentre, si considerarán ahorrar o gastárselo en ropa y calzado. Serán adquisiciones más planificadas

dijo Patricia González, directora de cuenta de la división Wordpanel de Kantar México.

Otro factor clave será la seguridad e higiene que proyecten los espacios de compra de estos artículos.

Por cierto, la experiencia de compra no será igual con las medidas aplicadas en la reapertura

Tanto Uribe como Huerta estiman que un crecimiento en las ventas de ropa y calzado se espera hasta finales del año, pero que será uno de los segmentos que tenga más complicado su repunte.

“Tendremos que esperar a el último trimestre, porque en el tercero, se verán aún números negativos en este sector. La recuperación económica luce distante para una gran parte de las familias mexicanas y lo último que pensará será comprar ropa y calzado”, comentó Huerta.