Valero importó a principios de diciembre 330,000 barriles de gasolina a través de la terminal de recibo, almacenamiento y entrega de refinados de IEnova en el Puerto de Veracruz. Se trata de un importante paso para la empresa de refinación estadounidense, que ha establecido una red de distribución que le permitirá competir con Pemex en el norte del país, una zona donde la empresa productiva del Estado cuenta con poca infraestructura.

“Valero es una empresa 100% refinera, a diferencia de las otras empresas extranjeras que han entrado al país. México es un mercado natural para ellos porque tienen que expandir o morir, y este mercado tiene tendencias de transición más lentas y un apetito enorme de combustibles”, señaló Adrián Calcaneo, director de Midstream y Líquidos de IHS Markit.

La apuesta de Valero por el norte del país es interesante debido a la falta de logística que Pemex tiene en la región.

“En la zona no hay ductos, por lo que Valero ha estado utilizando tren y en menor medida pipas: se han estado adaptando a lo que hay. La ventaja competitiva es que los incentivos para invertir en infraestructura existen, entonces hay posibilidades de eventualmente hacer ductos para ganar dinero”, destacó Calcaneo.

Pemex tendrá que ofrecer descuentos atractivos en el norte del país si quiere competir con una empresa más eficiente, con menores costos de refinación y con socios privados para la distribución de sus refinados.

Calcaneo destacó que esta historia es parecida a la que ocurrió con el gas L.P., donde “en el norte Pemex difícilmente puede competir cara a cara y tiene que dar descuentos que le salen muy caros para poder mantener el mercado”.

Estos descuentos provocarán que Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León tengan los precios de gasolina más bajos del país, y la intención de Pemex de competir se traducirá en una carga para el erario.

“No se trata de atender todo sólo por hacerlo, sino de ser eficiente. No sabemos si Pemex está reflexionando su papel en el mercado, pero lo que sí vemos es que está queriendo retener el mercado sin una estrategia, sino con dinero que no es de ellos, sino del país”, señaló Rosanety Barrios, analista del sector.

La experta señaló que un monopolio que se rompe necesariamente disminuye el control del mercado para la empresa, pero esto no quiere decir que se debilite, sino que debe concentrarse en sus fortalezas.

Barrios destacó que Pemex tiene la oportunidad de concentrarse en los mercados de occidente y bajío, donde tienen menores retos logísticos. Este mercado también está dentro de los planes de Valero.

La distribución de las gasolinas de Valero tiene a IEnova como socio estratégico, y también incluye acuerdos con Grupo México para el uso de sus terminales en Guadalajara y Monterrey, las cuales se espera entren en operación el próximo año y sumen una capacidad de almacenamiento de 1.325 millones de barriles.

La empresa también tiene un contrato con OTM para utilizar su terminal de Altamira, con una capacidad de 1.1 millones de barriles.

Valero también tiene terminales en Puebla y Ciudad de México, y un contrato con Ferromex para el transporte por tren de sus productos refinados a través del territorio nacional.