Los inversionistas del fabricante de autos eléctricos Tesla esperan que la salida al mercado de un modelo de menor precio ayude a impulsar las ventas de la compañía luego del mediocre comportamiento de 2024.
El próximo miércoles se estarán compartiendo los resultados trimestrales de la compañía de Elon Musk y más allá de las cifras, la atención se centrará en los detalles que se puedan ofrecer sobre la nueva unidad, ya que se espera sea una pieza clave para cumplir el objetivo de aumentar las entregas hasta en un 30% este 2025.
Como la oportunidad de crecimiento de la línea actual de Tesla parece bastante limitada, el nuevo modelo de bajo costo de Tesla sigue siendo crucial para el plan de crecimiento de Tesla, incluso si no en la medida del objetivo anterior del 20-30% interanual
dijo el analista de Barclays, Dan Levy.
Durante abril del año pasado, Tesla dijo que durante la primera mitad de 2025 lanzaría automóviles más económicos basados en sus plataformas actuales y sus líneas de producción existentes, como parte de un cambio de rumbo respecto de los ambiciosos planes de producir un modelo completamente nuevo que se esperaba costara 25,000 dólares.
Dudas por el auto económico de Tesla
Algunos de los inversionistas están preocupados por que el nuevo modelo no pueda acogerse a los subsidios federales de la Ley de la Inflación. El gerente de cartera de Aptus Capital Advisors, David Wagner, señaló que no tienen claro si el nuevo auto clasificará para el reembolso de 7,500 dólares o incluso si podría canibalizar las ventas del Model Y ya existente.
Durante el cierre del año pasado, Reuters informó sobre la posibilidad de que los subsidios aplicados durante la era de Joe Biden sean eliminados bajo la administración de Trump, una medida que sería respaldada por Elon Musk.
Desde que Donald Trump ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre pasado, la valoración de mercado de la compañía con sede en Austin, Texas, se disparó más de 60% para llegar a los 1.3 billones de dólares.
El impulso se debe a la cercanía de Elon Musk con el republicano y a la idea de que la nueva administración flexibilizará la regulación de los sistemas de vehículos autónomos.
Los analistas esperan que Tesla venda 2.1 millones de automóviles este año, lo que significaría un incremento de 16% tras las caída de entregas del año pasado debido al envejecimiento de sus modelos y de la creciente competencia en China y Europa.
Con información de Reuters
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