La automotriz japonesa Nissan contempla trasladar su producción de México a otro país si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirma la entrada en vigor de los aranceles del 25% en contra de sus socios comerciales en Norteamérica.
Actualmente, Nissan exporta 320,000 unidades de vehículos anuales desde México hasta Estados Unidos, por lo que la medida generaría presiones operativas para la compañía automotriz.
Si se imponen aranceles altos, tendremos que estar listos y quizá podamos trasladar la producción de estos modelos a otro lugar. Si esa fuera la decisión, pensaríamos en cómo hacerlo una realidad mientras monitorizamos la situación
señaló el presidente y CEO de la firma, Makoto Uchida, durante una rueda de prensa.
El presidente estadounidense había anunciado que a partir del pasado 1 de febrero, su país impondría aranceles del 25% a México y Canadá; sin embargo, el gravamen fue suspendido durante un mes tras llegar a un acuerdo con la mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum, y el primer ministros canadiense, Justin Trudeau.
Las declaraciones de Uchida se dan en el marco de la presentación de los últimos resultados financieros de Nissan, cuya utilidad neta se desplomó 98.4% entre abril y diciembre, los primeros nueve meses de su ejercicio fiscal, con lo que se vaticinan sus primeras pérdidas anuales en cuatro años.
Los ingresos netos consolidados de la compañía se ubicaron en 9.14 billones de yenes; la utilidad operativa consolidada fue de 64,000 millones; el margen de beneficio operativo fue del 0.7%, y la utilidad neta fue de 5,100 millones de yenes.
Los ingresos netos y los beneficios disminuyeron año tras año debido a una disminución de las ventas de unidades, un aumento de los incentivos de ventas y la inflación
indicó Nissan en un comunicado.
La empresa también dio detalles sobre su plan de reestructuración, que incluye un recorte del 20% de su producción global, especialmente en China, donde la alta competitividad de las firmas locales le está causando estragos; además de 9,000 despidos que la empresa anunció a finales del año pasado y que ahora detalló que afectarán a tres plantas.
Asimismo, Nissan señaló que planea recortar unos 2,500 empleados indirectos mediante la racionalización de las operaciones, la reducción de contrataciones y la aceleración de los programas de desvinculación voluntaria, como jubilaciones anticipadas.
Nissan y Honda abandonan negociaciones de fusión
Por otra parte, se dio a conocer que Nissan y Honda finalizaron las conversaciones para fusionarse y crear un fabricante de automóviles con un valor de 60,000 millones de dólares, lo que deja a Nissan en un entorno de mayor incertidumbre en su proceso de reestructuración.
Las conversaciones entre Honda, que es la segunda automotriz más grande de Japón, y Nissan, la tercera, anunciadas a finales de diciembre se complicaron rápidamente por las crecientes diferencias, entre estas las relativas al equilibrio de poder en la fusión. Según fuentes consultadas por Reuters, lo que acabó por hacer fracasar el acuerdo fue la propuesta de Honda de que Nissan se convirtiera en una filial.
La fusión habría creado el cuarto grupo automovilístico más grande del mundo por ventas de vehículos, después de Toyota, Volkswagen y Hyundai.
Actualmente, la capitalización de mercado de Nissan es casi cinco veces menor que la de Honda, que es de 7.5 billones de yenes (48,600 millones de dólares). Hace una década, ambas valían unos 4.6 billones de yenes.
En conferencia de prensa, el director ejecutivo de Honda, Toshihiro Mibe, dijo que si bien fusionar las dos compañías habría significado “dolor rápido”, al final se preocupó más por las consecuencias si las conversaciones se prolongaban sin avances.
Aunque calificó el fracaso de las negociaciones de “decepcionante”, también dijo que Honda podría pensar en la posibilidad de asociarse con otras empresas además de Nissan y Mitsubishi Motors.
Con información de EFE y Reuters
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