Este 9 de febrero se celebra el Super Bowl, y una de las preguntas recurrentes entre los consumidores mexicanos es cuánto costará organizar una reunión para disfrutar del evento deportivo.
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) realizó un análisis que revela que ver la edición del Super Bowl de este año será más caro en comparación con el año pasado.
De acuerdo con el estudio, una reunión en casa para 10 personas, con consumo de hot dogs, cerveza, papas, guacamole y refrescos, puede costar hasta 1,938.50 pesos. En 2024, cuando los Jefes de Kansas City se enfrentaron a los 49’s de San Francisco, el costo fue de 1,706.00 pesos.
Si a esta lista de alimentos se añaden tequila, palomitas, nachos, alitas, hamburguesas y pizza, el gasto para disfrutar el partido entre los Jefes y las Águilas de Philadelphia asciende a 4,103.50 pesos, mientras que en 2024 fue de 3,596.00 pesos.
Esto representa un incremento promedio del 14% anual en ambos presupuestos.
La importancia del Super Bowl en México
Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC, destacó que México es el país con mayor número de espectadores del Super Bowl fuera de Estados Unidos.
La edición pasada contó con 24.1 millones de mexicanos viendo el partido. Se espera al menos un número similar para este 9 de febrero
comentó.
Rivera también subrayó el impacto económico de este evento para México, destacando el consumo de productos nacionales.
El Super Bowl LIX que se jugará en Nueva Orleans bien podría considerarse un símbolo de la creciente compenetración cultural entre México y Estados Unidos. Por un lado, provocará un consumo de más de 100,000 toneladas de aguacate Hass mexicano, ya que “el guacamole se ha convertido en la botana por excelencia de esta justa deportiva”, señaló.
El evento en un contexto de racismo
Sin embargo, el empresario advirtió que el Super Bowl 2025 también se lleva a cabo en un momento social complicado, marcado por la xenofobia, discriminación y racismo hacia la comunidad latina, especialmente los mexicanos en Estados Unidos. A esto se suman las presiones arancelarias a los productos mexicanos exportados a ese país, impulsadas por el presidente Donald Trump.
“Hay 35 millones de mexicanos en Estados Unidos, una comunidad profundamente comprometida con la economía norteamericana, ocupando todos aquellos empleos que los estadounidenses rechazan”, dijo.
Entre las actividades que desempeñan se encuentran la pizca en el campo, construcción, servicio en restaurantes, hoteles y hospitales, mecánica automotriz, cuidado de adultos mayores y niños, labores domésticas, jardinería y transporte de carga.
La mayor parte de estos trabajadores están documentados, poseen doble ciudadanía y cumplen con todas las leyes migratorias, aun así, sufren discriminación basada solo en su apariencia. La situación ha llegado al grado de provocar ausentismo laboral en diversos sectores, afectando la operación de restaurantes, la cosecha en los campos y la productividad en general
concluyó Rivera.
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