Se cumplen cinco años de la compra de Comercial Mexicana a manos de Soriana, pero la integración ha sido todo menos tersa.

Problemas como la fuerte competencia de sus rivales en la zona centro del país, desabasto en sus inventarios, la canibalización en sus diferentes formatos de tiendas y una mala recepción de los consumidores le han dificultado el camino a Soriana.

Los ingresos de la compañía de la familia Martín Bringas dieron un salto del 40% de forma inmediata luego de la adquisición, sin embargo, después se estabilizaron y en promedio solo han crecido 0.4%, de acuerdo con datos de Bloomberg.

En tanto, su flujo operativo (EBITDA, por sus siglas en inglés) creció después de la compra 44%, para después estabilizarse y crecer 4% en promedio de forma anual en los siguientes tres años.

Soriana buscaba consolidar sus operaciones de ambas compañías e integrar las mejores prácticas de ambas, pero al parecer esto fue más complejo de lo que esperaban en un inicio

dijo Verónica Uribe, analista en Grupo Financiero Monex.

La fuerte presencia que tiene Walmart de México y Centroamérica (Walmex) en la región centro del país fue uno de los mayores retos que tuvo que sortear la cadena de autoservicios en México.

“Además de la ruda competencia de otras marcas, Soriana se tuvo que enfrentar a que sus recién adquiridas tiendas estaban cerca de sus formatos que ya controlaba. Tuvo que hacer un ajuste y cerrar unidades”, comentó Marisol Huerta, analista en Banco Ve por Más.

Otro punto fue el problema de inventario por el que atravesó la compañía, porque se hizo una mala planeación de la demanda, dejando a tiendas con muchos productos y a otras con pocos.

Lo anterior dejó a los clientes con “un mal sabor de boca” y los llevó a hacer sus compras en otros supermercados, de acuerdo con Huerta.

La compra del pelícano y de un Gigante

Fue a finales de enero de 2015 cuando se concluyó la compra de casi el 80% de la extinta Comercial Mexicana por casi 39 mil 200 millones de pesos.

De esta forma, Soriana se hizo de 169 activos inmobiliarios, tres centros de distribución, 2,718 locales y espacios comerciales, el equipo operativo e inventario de tiendas, así como el licenciamiento de la plataforma tecnológica y sistemas de información, derechos de uso de ciertas marcas y campañas promocionales como Julio Regalado y Miércoles de Plaza.

Dentro de las estipulaciones, Soriana podía hacer uso del nombre Comercial Mexicana por dos años.

Con este movimiento Soriana intentó dar tiempo al usuario de asimilar el cambio y evaluar el funcionamiento de la tienda, a diferencia de lo que había intentado con Gigante, cuya estrategia fue reconvertirlo a su marca de forma inmediata

dijo Huerta.

Soriana tiene presencia en ventas y unidades de forma más fuerte en el norte del país, donde es originaria.

Fue en 2007 cuando la compañía adquirió 198 tiendas Gigante a un precio de 1,350 millones de dólares.

Con esa compra quería consolidar su presencia en el resto del país, pero en especial en la zona centro.

“En los últimos trimestres hemos visto una mejora y un ligero crecimiento en las ventas a mismas tiendas –aquellas que tienen un año o más de operación–, pero aún vemos ciertos obstáculos”, comentó Uribe.

Para el primer trimestre del año los analistas en Bloomberg estiman que en términos de ingresos la compañía tenga un incremento de 3% frente al mismo lapso de 2019.

Para su flujo operativo esperan una mejor de 3% y esperan elevar la utilidad neta a 852 millones de pesos, con un incremento de 17%.