El español Banco Santander, el mayor de la zona euro por capitalización, aumentó su utilidad neta 18% en 2018 hasta los 7,810 millones de euros, debido a los buenos resultados en España y pese al impacto negativo de los tipos de cambio en Brasil y México.

La entidad presidida por Ana Patricia Botín superó lo esperado por los analistas consultados por la agencia de información financiera FactSet, quienes preveían un beneficio de 7,680 millones de euros.

El aumento de la utilidad anunciado este miércoles se explica por la menor presencia de elementos excepcionales respecto a 2017. Aquel año, el beneficio del Santander se vio amputado en 300 millones de euros debido a los costos de absorción del Banco Popular, al borde de la quiebra.

En España en particular, el beneficio del banco se incrementó  28%, gracias al aumento del número de clientes que tienen a Santander como principal banco (40%).

Las contribuciones de Brasil y México fueron importantes, aunque el impacto negativo de los tipos de cambio fue notorio.

En Brasil, el beneficio atribuido aumentó 2% hasta 2,605 millones de euros. Fue el país que más aportó a los beneficios globales del banco, 26%, en un año en que además cayó en cuatro puntos básicos el porcentaje de créditos de dudoso cobro, al 5.25%.

En México, la utilidad atribuida aumentó 7% hasta los 760 millones de euros, ayudada por el lanzamiento de nuevas líneas de negocio como el financiamiento de automóviles.

El año fue difícil en Argentina, que “desde septiembre ha pasado a considerarse una economía de alta inflación”, según el comunicado. El beneficio del Santander en ese país se vio dividido por cuatro y explica que el beneficio del banco en el conjunto de América Latina haya caído 1.6%.

La sombra del Brexit

Otro punto negativo fue el Reino Unido, el tercer mayor mercado del Santander, que atraviesa “un entorno de elevada competencia y donde se siguen manteniendo incertidumbres por el Brexit”.

Dicha situación está presionando los márgenes, en un país en el que el banco ha anunciado que suprimirá 20% de sus sucursales y un total de 1,270 empleos.

A nivel mundial, Santander cuenta con 13,217 oficinas, 1.5% menos que a finales de septiembre. El número de empleados sin embargo aumentó ligeramente y sumaba a final de año 202,713 personas.

El margen de intereses, equivalente al volumen de negocio, se mantuvo estable (0.1%) a 34,341 millones de euros. El banco lo atribuye a los tipos de cambio, y puntualizó que en euros constantes, el margen aumentó 8.7%.

El porcentaje de créditos de dudoso cobro se redujo a 3.73%, frente a 3.87% a fines de septiembre.

La tasa de fondos propios, un indicador muy vigilado por los analistas y que mide la capacidad de la entidad a afrontar una crisis, se situó en 11.3%, dos décimas más que a fines de septiembre.

El banco español debe además afrontar la situación con Andrea Orcel, cuya contratación para liderar a la institución fue cancelada por los altos costos que representaría pagarle sus ingresos diferidos acumulados durante su estancia en UBS.

Apenas este martes, el Financial Times adelantó que el banquero suizo emprenderá una batalla legal contra Santander.