Los reportes de las grandes empresas internacionales del sector petrolero superaron las expectativas de los analistas, pero aún no son suficientes para predecir que la recuperación de la demanda de crudo post-pandemia tendrá efectos capaces de contrarrestar la tendencia a la baja que los expertos pronostican para el sector en el mediano plazo.

“Lo que vemos es una recuperación que tiene que ver con los precios del petróleo, que tienen una expectativa muy favorable por el éxito en varios programas de vacunación como China, que impulsaron la demanda. Hay que decir que la pandemia provocó un retraso importante en la inversión. Los precios también corresponden a que la producción no se ha normalizado y se están consumiendo los inventarios”, explicó Rosanety Barrios, analista del sector.

La experta advirtió que aún no queda claro si existe la inversión necesaria para recuperar la producción, pues el crecimiento sostenido de la demanda a nivel mundial sigue siendo volátil debido a la diferencia entre distintos programas de vacunación a nivel global.

Además, Europa y Estados Unidos han expresado compromisos serios con la transición energética, lo que amenaza este crecimiento sostenido.

Barrios señaló además que la recuperación de la economía pasa necesariamente por un crecimiento en la demanda energética, que sigue dependiendo en gran parte de los hidrocarburos y que continuará impulsando su demanda al menos en el corto y mediano plazo.

Finalmente, la experta advirtió que las empresas que ya anunciaron sus planes para la transición energética saben que no extraerán todo el crudo que proyectaban en sus planes originales, por lo que hay un incentivo para acelerar la realización de esos activos. Sin embargo, destacó que la incertidumbre de la demanda futura complica la decisión de realizar nuevas inversiones.

“El negocio está cambiando, pero está cambiando más lento que lo que los reportes en los medios te harían pensar. En el corto plazo el mercado se va a parecer más al de hoy que al del 2050, es lógico, pero merece destacarse”, dijo una fuente que prefirió no ser identificada.

La fuente destacó que, incluso si ya alcanzamos el punto de máximo consumo de petróleo a nivel mundial, los analistas no están seguros de la velocidad a la que este mercado decrecerá, y este decrecimiento podría traducirse en mayores márgenes por teoría económica.

Esta incertidumbre significa que cada una de las inversiones tendrán que ser escudriñadas contra otros proyectos para definir los “gastos” que generen un mejor rendimiento, ya sea dentro del mercado petrolero o en mercados adyacentes a la transición energética.

“Habrá proyectos que sigan justificando la inversión, pero habrá otros que no, y se tiene que analizar a fondo porque la diversificación está justificada”, dijo la fuente.

David Rosales, analista del sector, cree que los efectos de la incertidumbre son menos drásticos, y que más bien nos estamos adentrando en un periodo que requerirá paciencia por parte de las empresas petroleras.

“Es muy pronto para percibir que hay información suficiente para la toma de decisiones, y estamos en un punto en el que hay que seguir haciendo análisis y tomar las cosas con prudencia. Esto no es un problema porque el mercado está acostumbrado a la calma porque las inversiones en el sector no son inmediatas”, destacó Rosales.

Rosales también recordó que la recuperación de la demanda podría ocurrir a través de otros productos relacionados al sector, lo que no está garantizado, pero existen elementos para pensar en la posibilidad.

“No es imperativo mover la inversión ni cambiar de estrategia al 100%, es momento de voltear a ver en qué otras cosas se puede invertir, pero nada más. La demanda mexicana es más estable y el propio país no es necesariamente quien responde de mejor manera. Lo que volteamos a ver estas alturas es que (Pemex) está convencido de su estrategia y no va a cambiar, aunque debería”, explicó Rosales.