La velocidad actual de extracción de materiales es insostenible, lo que provoca la necesidad de desligar el crecimiento económico del consumo, así como una transición material que permita a las principales industrias emigrar hacia procesos más amigables con la crisis climática, reveló un estudio realizado por Wood MacKenzie.

Según la consultora, el uso de materiales podría duplicarse y la generación de desechos crecer en un 70% para el año 2050. El principal crecimiento en la extracción de materiales desde 1970 se ha dado en minerales no metálicos, los cuales son utilizados en la industria de construcción e infraestructura.

La industria de la tecnología también ha impulsado la minería, sobre todo a través de sus crecientes demandas de cobalto y litio para la fabricación de baterías, así como la utilización de oro, plata y cobre en la fabricación de cableado, cuyos índices de recuperación y reutilización son excepcionalmente bajos.

El desarrollo de una economía circular que sea capaz de reutilizar la mayor cantidad de materiales mediante procesos que mantengan el valor de forma eficiente es uno de los elementos más importantes para conseguir una reducción en la demanda total de insumos.

En este sentido, los autores destacan la industria del plástico como un ejemplo a seguir, y señalan la reutilización de algunos polímeros para fabricar telas sintéticas. La reducción y reutilización de materiales podría impactar también el volumen de desechos generado por los empaques de productos, uno de los sectores más problemáticos.

Algunas de las claves para generar cambios profundos y duraderos se encuentran fuera del sector manufacturero. El primer paso importante es el cambio de preferencias sociales, para dar mayor importancia a la reducción en la utilización de materiales.

El segundo paso es la emisión de políticas regulatorias para el manejo de desechos y la explotación de materiales. Esto incluye un porcentaje obligatorio de materiales reutilizados, el manejo localizado de desechos, la prohibición de materiales de un solo uso y los proyectos públicos de separación de materiales reciclables.

El mayor salto en materia de una transición de materiales podría ocurrir gracias al desarrollo de nueva tecnología. Mackenzie prevé que el desarrollo tecnológico permita el rediseño de productos para limitar el impacto de materiales, el uso de inteligencia artificial para incrementar la eficiencia de materiales y la creación de nuevas estrategias de manejo de desechos.

El estudio señaló que las industrias consumidoras de insumos pueden tomar algunas lecciones de los avances conseguidos en el sector energético. Además, advirtió que la transición será complicada debido a los costos hundidos en procesos industriales, pero recalcó que los consumidores esperan que los productores tomen decisiones responsables para corregir los problemas actuales.

Estas decisiones requerirán cambios en los procesos de toma de decisiones, así como una reorganización en los actuales procesos y cadenas de valor que, a la larga, podrían tener impactos económicos positivos en varias industrias a nivel mundial.