Durante este siglo, la industria petroquímica ha enfrentado grandes dificultades, experimentando una disminución del 68.09% en su producción desde el año 2000 hasta el cierre de 2024, según la base de datos institucional de Pemex.
Este declive alcanzó su punto más álgido en 2023, cuando la producción se redujo a solo 3.5 millones de toneladas de petroquímicos, en comparación con los 11.5 millones de toneladas elaboradas al inicio de siglo.
Para este año, el gobierno federal encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se comprometió a impulsar el sector, que en el primer trimestre de 2025 registró una producción de 1.04 millones de toneladas, lo que refleja un repunte del 10.8% respecto al mismo periodo del año anterior.
Sin embargo, esto también subraya que los esfuerzos de recuperación aún están en curso, pues en comparación con el año 2000, los números arrojan una disminución del volumen de producción del 67.2%.
Ante este panorama, Fluvio Ruiz Alarcón, analista del sector petrolero y exconsejero independiente de Pemex, sostiene que “en este sexenio se van a sentar las bases”. Aunque reconoce que no se volverá de inmediato a los niveles de producción previos, confía en que estas bases —tanto institucionales como legales— y el diseño de una estrategia que incluya “la acción del Estado con la iniciativa privada”, permitirán una recuperación paulatina del sector.
Lo que tú ves en caída de producción es el efecto de la disminución de inversión en años previos (…) pero se refleja años después de que se toma esa decisión
destaca, añadiendo que una de las principales repercusiones de esto es el deterioro de la infraestructura.
Industria petroquímica: sucesos clave
El especialista identifica tres factores clave para entender el desarrollo de la industria petroquímica. Primero, señala que la desaceleración que ha experimentado no es algo reciente, sino que se remonta al siglo pasado, principalmente con el intento de privatizar Pemex a finales de dicho periodo.
En segundo término, explica que, en administraciones pasadas no se invirtió en este segmento, principalmente porque no genera rendimientos inmediatos como la extracción de petróleo; sin embargo, a largo plazo es un sector crucial. “Toda nuestra vida cotidiana tiene que ver con petroquímica”, señala y hace énfasis en que la mayoría de los esfuerzos han estado destinados a la refinación, “principalmente a Dos Bocas”.
Por último se encuentra la producción de gas, debido a que la industria petroquímica está estrechamente vinculada a este recurso, ya que una gran parte de los petroquímicos se obtienen de él, aunque actualmente el país depende en un 70% de su importación, lo que desequilibra la balanza.
“Pemex prácticamente produce para el autoconsumo, toda su producción se destina a sus complejos”, destaca el analista.
Hacia adelante, dice, se debe hacer un esfuerzo enorme para recuperar la infraestructura y con ello garantizar un abasto suficiente de gas. “Sin gas no hay petroquímica”, advierte, y subraya la urgencia de hacer modificaciones fiscales más profundas en lo que respecta a este recurso, para que Pemex pueda extraer todo el gas sin pérdidas, o bien, con una pérdida mínima.
En el 2024 la producción de gas natural de Pemex se colocó en 4,572 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd), con lo que tocó su nivel más bajo en los últimos 20 años.
Compromisos para este sexenio
A mediados de febrero la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció el Plan de Trabajo 2025-2030 de Petróleos Mexicanos y con ello, la inversión de 20,000 millones de pesos para la recuperación de la industria petroquímica.
Este plan incluye la reactivación del complejo petroquímico La Cangrejera bajo el concepto de refinería petroquímica, así como aumentar la capacidad de producción del complejo Morelos para derivados del etano, y modernizar el complejo petroquímico Escolín. Todos ubicados en el estado de Veracruz.
Pese al compromiso de alcanzar una producción de óxido de etileno y polietilenos de 250,000 y 690,000 toneladas anuales, respectivamente; en el primer trimestre del año, Pemex reportó una disminución del 37% en la producción de derivados del etano, atribuida a una menor producción de polietileno de baja densidad en La Cangrejera.
Esto se debió a problemas operativos en los compresores, así como a limitaciones en el suministro de químicos y catalizadores, según expresó la compañía en su reporte presentado a finales de abril.
El Plan de Trabajo ostentado por la presidenta, incluye además, una inversión de 8,000 millones de pesos destinados a la elaboración de fertilizantes fosfatados y urea, más la rehabilitación de la planta de Lázaro Cárdenas en Michoacán y la construcción de un nuevo complejo en Veracruz.
En su momento, Altagracia Gómez Sierra, coordinadora del Consejo Asesor Empresarial de la presidenta, aseguró que el sector petroquímico es considerado uno de los más importantes para la administración actual. Pese a ello, aún faltan avances tangibles en cuanto a cada uno de los compromisos descritos.
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