El director global de PwC ha prometido que su empresa revisará “de forma agresiva” la forma de identificar fraudes, después del caso de Wirecard y otros escándalos contables, según reportó el Financial Times.

“Queremos asegurarnos de que estamos avanzando (en la detección de fraudes) para garantizar la relevancia de la profesión”, dijo Bob Moritz, quien ha estado al frente de la firma por cuatro años. “Wirecard es otro ejemplo de que tenemos que hacer las cosas agresivamente durante los próximos años”.

La empresa de pagos Wirecard colapsó el pasado junio, y EY, auditor de la compañía alemana, justificó la problemática diciendo que algunos terceros habían proporcionado documentación falsa relacionada con la auditoría de Wirecard en 2019.

El presidente global de PwC dijo también que su empresa está comprometida con mejorar la calidad de sus auditorías en medio del ambiente creado por la pandemia, que ha aumentado la necesidad de los corporativos de “tener mejor información que nunca”.

PwC reportó este martes un aumento en sus ganancias en el año fiscal terminado en julio del 1.4%, a 43,000 millones de dólares. El año pasado, sus ganancias crecieron 7% en el mismo periodo.

Pero el alza no muestra el estado real del negocio, según PwC, pues conforme la pandemia fue creciendo, provocó una caída en sus ingresos de 6% en el lapso mayo-julio y en algunos países el desplome llegó a 30%, pues los clientes aplazaron proyectos y pagos.

“No hay duda que los siguientes 12 meses y más van a ser difíciles”, subrayó Moritz.

Wirecard recorta personal

Wirecard despidió a más de la mitad de los empleados que aún conservaba y terminó los contratos de los miembros de su mesa directiva, informó Michael Jaffe, su administrador de insolvencia.

Jaffe indicó que los despidos son parte de las acciones drásticas necesarias para mantener operacional el corazón de la empresa.

“La situación económica de Wirecard AG era y es extremadamente difícil a la luz de la falta de liquidez y las circunstancias escandalosas por todos conocidas”, indicó Jaffe.

La compañía despidió a alrededor de 730 empleados, y retendrá a alrededor de 570 en su base de Aschheim, Alemania.

Jaffe trabaja para vender los activos de Wirecard. El primer trato para vender sus operaciones en Brasil ocurrió la semana pasada.