Las tres medidas anunciadas por Manuel Bartlett, director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para mitigar los apagones eléctricos registrados en la Península de Yucatán este año, serían insuficientes a largo plazo e inviables para la generación de energía en la región.
La compra consolidada de Gas Natural Licuado (GNL), la construcción de un ducto corto de diésel y la edificación de una Central de Ciclo Combinado no serían las respuestas para asegurar la producción eléctrica que abastezca a la zona, coincidieron expertos.
Ninguna de las soluciones son viables por los altos costos que significaría la logística, así como el proceso de generación de electricidad
dijo Paul Alejandro Sánchez, director en Obudsman Energía México.
Por su parte, Víctor Ramírez, especialista en el sector energético, comentó que, de los tres planes el único que podría dar una solución a corto plazo sería el de la compra consolidada de GNL para alimentar a las centrales eléctricas que hay en la región.
Compra consolidada
Bartlett y el titular de la división CFEnergía, Miguel Reyes, comentaron ante medios que como primera solución sería la adquisición consolidada de GNL entre la empresa eléctrica, el Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenegas) y Pemex.
Ante la situación que enfrenta tanto Pemex como CFE se decidió abastecer a la zona de gas de otra forma y no por medio de un swap (intercambio de GNL entre Pemex y CFE), a través de una compra consolidada que le permita a ambas empresas energéticas resolver sus problemas en la península
dijo Reyes.
No obstante, para Ramírez la propuesta resulta insuficiente.
“La solución es cara y no existe infraestructura para el manejo del gas, a menos que se haga por medio de pipas, lo que elevaría el costo”, comentó el experto.
En un inicio, la Secretaría de Energía (Sener) y Cenegas habían compartido que la solución al problema de desabasto en la zona sería el abastecimiento a través de un swap entre Pemex y CFE de 240 millones de pies cúbicos de gas natural que arrancaría este 15 de julio.
De acuerdo con información de la empresa eléctrica productiva del Estado, se necesitan cerca de 310 millones de pies cúbicos de gas para abastecer a las plantas eléctricas de la región, de los cuáles sólo llegan entre 60 y 80 millones de pies cúbicos.
Construcción de gasoducto
La segunda solución se refiere a la construcción de un gasoducto de 1.5 kilómetros de longitud que abastezca de diésel a la Central de Ciclo Combinado (puede trabajar tanto con gas como con diésel) Mérida III y aumente su capacidad de producción.
Reyes comentó que, actualmente la central destina parte del gas que la alimenta, hacia la planta de Valladolid, que sólo trabaja con gas y produce entre 300 y 350 Mega Watts (MW).
“Con este ducto tendremos el abastecimiento constante de diésel para Mérida III y estar en plena capacidad de 440 MW. Con gas, la generación es de 480 MW”, dijo el director general de CFEnergía.
La producción de electricidad con diésel es hasta seis veces más cara que la elaborada con gas, comentó Sánchez Campos, además de contaminar más al ambiente por la quema de este combustible.
Construcción de Central de Ciclo Combinado
Por último, se contempla la construcción de otra Central de Ciclo Combinado que tendría una capacidad de 500 MW. En una primera etapa se instalarían unidades de turbogas, que son parte del ciclo combinado, y así tener 300 MW más pronto.
“Si se construye esta planta, además del costo elevado que significaría, no tendría gas natural para poder operarla y no tendría sentido su construcción”, comentó Sánchez.
Los tres proyectos planteados tienen como meta frenar los constantes apagones en la región para los próximos meses, sin embargo, no se manejó ninguna fecha exacta para el arranque de los proyectos.
Hasta el momento, la península sólo cuenta con cinco centrales eléctricas que trabajan con gas, materia prima escasa y cara en México.
El origen del problema
La Península de Yucatán tiene problemas de fallas eléctricas porque en un inició se concibió como un sistema aislado del resto de la república y sólo está alimentada por tres vías, según datos del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace).
La primera es la unión con el sistema nacional eléctrico, que aporta cerca de 1,235 MW.
La segunda se conforma por centrales de ciclo combinado privadas que son Mérida III, Valladolid Potencia y Campeche, que en conjunto tienen una capacidad de 1,261 MW, pero produce sólo 315.
La tercera es la suma de centrales termoeléctricas y turbinas de gas propiedad de la CFE que pueden producir hasta 858 MW, pero sólo generan 441.
Así, la demanda estimada máxima de la península es de 2,220 MW, cuando sólo se dispone de 1,991.
La situación empeora cuando se registran fallas en el sistema nacional eléctrico que une este territorio con el resto del país debido a condiciones meteorológicas o incendios.