El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) resaltó que durante su gobierno se detuvo la privatización de diversas empresas del Estado como Petróleos Mexicanos (Pemex) y que de no ser por su intervención “para revertir su caída”, el precio de la gasolina en México podría haber alcanzado los 40 pesos.
En el caso de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), de haberse mantenido el esquema de privatización, la energía eléctrica costaría el doble, según los estimados del gobierno federal.
Porque en efecto, iban en picada, iban hacia la quiebra
dijo el presidente en su tradicional conferencia de prensa mañanera.
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— Gobierno de México (@GobiernoMX) September 20, 2024
AMLO dijo que al inicio de su mandato la petrolera producía 1.65 millones de barriles de crudo diarios y ahora produce 1.8 millones, con lo que se revirtió la caída que se produjo durante 15 años.
Asimismo, enfatizó que la deuda de la compañía alcanzó en 2018 los 132,000 millones de dólares (mdd) mientras que para 2024 se había reducido a 99,400 mdd, lo que representa una disminución de 32,900 mdd durante su administración.
Claudia Sheinbaum coincide en la importancia de Pemex
Además, AMLO aseguró que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, coincide en que se debe continuar con el rescate tanto de Pemex como de la CFE, dado que son compañías estratégicas sumamente necesarias para el pueblo de México.
El mandatario mexicano dijo que el rescate de su gobierno de las empresas del Estado ayudó a la economía de los consumidores, dado que se mantuvo el precio de los combustibles y evitó que el alza en la energía eléctrica.
Estoy muy contento porque la presidenta electa coincide con los planteamientos nuestros, de que estas empresas públicas son estratégicas y no podemos dejar solo al sector energético al mercado, porque están de por medio los consumidores
señaló AMLO.
Asimismo, el presidente de la República recomendó continuar con la inyección de capital a las empresas que considera claves, aunque esto vaya en contra de los deseos de los que denomina como “traficantes de influencia”, es decir, aquellos que buscan la privatización de empresas.
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