Con el fin de deshacerse de activos no esenciales, la farmacéutica estadounidense Pfizer está considerando vender su unidad de medicamentos hospitalarios, denominada Pfizer Hospital, en medio de la presión a la que ha sido sometida por parte del inversionista activista Starboard Value, según revelaron fuentes de Reuters.
Dicha unidad surgió en 2015 luego de que Pfizer adquiriera Hospira por alrededor de 17,000 millones de dólares. Ahora la empresa ha contratado a Goldman Sachs como aliado para medir el interés inicial de posibles compradores. Entre los candidatos para realizar la compra se encuentran firmas de capital privado y algunas compañías farmacéuticas.
Después de comprar Hospira, Pfizer optó por mezclar el negocio de biosimilares con su propia unidad, la cual producía copias casi exactas de medicamentos biotecnológicos caros con costos menores. Para 2017, la empresa vendió el negocio de sistemas de infusión hospitalaria que había comprado.
Hoy Pfizer Hospital se centra únicamente en antibióticos y algunos otros medicamentos administrados, como inyectables en hospitales y clínicas e infusiones estériles.
Con un valor de unos cuantos miles de millones de dólares, el negocio de la farmacéutica actualmente genera cerca de 500 millones de dólares de beneficios antes de intereses, depreciación, impuestos, y amortización. Sin embargo, las fuentes fueron precisas en el hecho de que el acuerdo no está garantizado y se podría preferir mantener la división. A su vez Pfizer y Goldman Sachs decidieron no realizar comentarios al respecto.
Pfizer hace una ‘limpia’ en medio de la presión de Starboard
La farmacéutica con sede en Nueva York ha estado realizando una ‘limpia’ de sus negocios no esenciales, con la venta en octubre de una participación valuada en alrededor de 3,260 millones de dólares en el grupo de salud británico del consumidor Haleon. Esto con la finalidad de reducir su pila de deuda, que a finales de 2023 estaba en 61,500 millones de dólares.
Todo lo anterior en medio de un contexto de presión para Pfizer por parte de Starboard, quien ha criticado la dirección de su CEO, Albert Bourla, por no producir grandes fármacos, gastar de más en adquisiciones y el desarrollo interno de la empresa.
A su vez, Pfizer compró Seagen, un medicamento contra el cáncer por un precio de 43,000 millones de dólares, una de las operaciones más grandes en la historia de la empresa.
Durante este año, las acciones de la farmacéutica se han reducido cerca de 7%, cifra que está por debajo del S&P 500, el cual ha subido casi 26% en el mismo periodo.
Dave Denton, el director financiero de Pfizer, declaró en su última conferencia telefónica que la empresa ha saldado alrededor de 4,400 millones de dólares de deuda, y que permanecerá realizando evaluaciones de activos no estratégicos que puedan venderse.
Con información de Reuters
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