Pemex presumió que los nuevos desarrollos de la empresa han conseguido obtener una mayor producción que los participantes privados a partir de diciembre de 2018. Sin embargo, la mayor infraestructura de la petrolera nacional, la falta de transparencia, y la diferencia en las condiciones de los campos hacen que esta comparación sea engañosa e incluso oculte algunos problemas de fondo.
“La comparación no es válida, toda vez que la mayor parte de los contratos asignados el sexenio pasado pertenecen a exploración, no a producción. Asimismo, hay campos en aguas profundas que es imposible que ya estén produciendo”, dijo Rosanety Barrios, analista del sector.
Finalmente, continúa Barrios, hay que tomar en cuenta los periodos de exploración que le corresponden a cada campo. “Pemex no revela los años que estuvo explorando los campos que ahora presenta en la gráfica”.
La petrolera reportó el viernes pasado a los inversionistas una producción de 146,500 barriles diarios, comparada con una producción privada de 21,900 barriles diarios. La cifra fue reportada por la subsidiaria de Exploración y Producción, mientras que la cifra privada fue dada a conocer por la Comisión Nacional de Hidrocarburos.
Pemex no aclaró si los nuevos desarrollos contemplan los campos prioritarios y la totalidad de las asignaciones obtenidas mediante las rondas petroleras. Esta falta de transparencia facilita que se cuente la producción de campos que tenían un avance previo al inicio del periodo analizado por Pemex.
La petrolera nacional, además, tiene importantes ventajas en temas técnicos, tanto de experiencia en geología mexicana como de condiciones de campos, por lo que esta comparación parece más una maniobra política que un análisis técnico.
“Es un esfuerzo por demostrar que, a pesar de toda la situación negativa, Pemex es mejor opción que los privados, pero no es una buena comparación directa. Los privados no tienen la infraestructura ni el músculo que tiene Pemex. Hay que recordar que una de las razones por las que se abre el mercado es porque Pemex se acabó los campos ‘fáciles’”, dijo una fuente a EL CEO que pidió no ser identificada.
Este panorama significa que Pemex, en su mayoría, está produciendo en campos que seleccionó durante la ronda cero, en los que sabe que hay petróleo. Mientras tanto, los privados están trabajando en campos más complicados y más caros, donde se tiene que hacer una labor más extensiva para poder producir.
“Aún así Pemex no está produciendo lo que debería, y tiene retrasos en sus asignaciones. El problema de Pemex es que sabe producir en aguas someras y tierra, y es algo que ya se está acabando. Lo que están haciendo los privados es algo que nunca se había hecho en México porque Pemex no podía. Hay una razón por la que terminó en manos privadas y no en Pemex”, explicó la fuente anónima.
Pemex, además, está enfocado en una producción inmediata y no en una restitución de reservas, decisión que la fuente anónima consideró “obedece a los periodos políticos más que a los periodos geológicos”.
Los números reportados por Pemex pretenden maquillar una tendencia importante. A pesar de que estos nuevos desarrollos hayan agregado 146,500 barriles diarios a la producción nacional, esta continúa en picada.
La producción total sin socios ha caído de 2.154 millones de barriles diarios en 2016 a 1.64 millones en 2020. Los socios privados, si bien no han cumplido con sus metas, sí han podido desarrollar una producción que no existía en 2017.