Tras el mayor descubrimiento del campo petrolero Zama en el 2017, Petróleos Mexicanos (Pemex) luchó con Talos Energy por quedarse con el control; sin embargo, la empresa carece de dinero para invertir y desarrollar los yacimientos, informó Bloomberg.

La petrolera no cuenta con los 2,000 millones de dólares necesarios para el desarrollo del Campo Zama, dijeron fuentes familiarizadas con el tema al medio especializado.

Para superar los desafíos de financiamiento, se planteó que Talos Energy, que sigue siendo un propietario minoritario en el proyecto, pudiera facilitar el financiamiento utilizando barriles como garantía, comentaron las fuentes. 

No obstante, la sugerencia se encontró con la resistencia de los principales ejecutivos de Pemex y la secretaria de Energía, Rocío Nahle.

En una carta del 2 de julio a Talos y Pemex, Rocío Nahle citó al presidente ejecutivo de Pemex, Octavio Romero, quien dijo que la empresa tenía “suficiente capacidad financiera para desarrollar el proyecto”.

Pemex y Talos estuvieron inmersos por meses en un proceso de unificación del yacimiento que debía resolver sobre quién sería el operador, ambas partes argumentaban por separado que contaban con las credenciales para operarlo y que tenían mayor parte de sus reservas.

Finalmente, la Secretaría de Energía (Sener) determinó otorgar la operación a la petrolera estatal.

Tras la determinación, Talos dijo que podría emprender acciones legales por la decisión de otorgarle la operación a Pemex y señaló que se concentrará en desarrollar sus activos fuera de México.

Hacerse con el control del campo parece una victoria agridulce para Pemex, al poner más presión en la finanzas de la petrolera más endeudada del mundo, con pasivos por 115,000 millones de dólares.

Tan solo a corto plazo, Pemex enfrenta deudas por 533,463 millones de pesos que no puede financiar con recursos propios.