Bimbo, Coca-Cola Femsa y Arca Continental les hizo lo que el viento a Juárez el nuevo etiquetado. Las empresas tuvieron un impacto reducido en sus ventas y volúmenes a consecuencia de los octágonos de advertencia que, por disposición oficial, debían de mostrarse en sus empaques a partir del 1 de octubre de 2020.

La afectación más grave que muestran las empresas de comidas y bebidas procesadas provino de la pandemia, pues durante el segundo y tercer trimestre del año pasado mostraron contracciones más fuertes en sus indicadores.

En los tres primeros meses de la emergencia sanitaria, Bimbo contrajo de manera anual sus ventas 1.2% en el país; Femsa en 5.6% para México y Centroamérica, así como en 6% sus volúmenes de refresco; Arca también contrajo sus ventas en 0.6% y en 1.8% su volumen de solo refrescos, de acuerdo a datos de las compañías.

En contraste, la afectación por el nuevo etiquetado fue casi imperceptible. En el cuarto trimestre del 2020, la panificadora creció 1.6% sus ventas en el territorio nacional; la embotelladora regia vio una disminución de 0.7% en sus ingresos y en 2.4% sus volúmenes; Arca Continental creció 6.1% sus ventas y reportó caída de 0.6% en volúmenes.

La industria de alimentos y bebidas pedía que la aplicación de la NOM-051 se postergara, pues se pretendía aplicar en uno de los años más complicados en su historia reciente. No obstante, el cierre de actividades y negocios no esenciales como hoteles, restaurantes, escuelas, oficinas, fue el verdadero enemigo.

“La Industria Mexicana de Coca-Cola ha impulsados modificaciones a su portafolio y reformulación de productos, logrando reducir la cantidad de azúcar hasta en un 25% adicional y que actualmente el 66% en las más de 80 marcas que se comercializan sean bajas o sin calorías, lo que representa 20% más que en 2018”, detalló en un comunicado Femsa a nombre de todas las embotelladoras.

El objetivo de la Industria Mexicana de Bebidas (Anprac), que agrupa a más de 120 empresas del sector, es aumentar a 70% la cantidad de bebidas reducidas o sin calorías dentro de su portafolio para 2024.

En tanto, Bimbo optó por librarse de los sellos en sus líneas de pan de caja, bollería y con la marca Saníssimo, que incluye las tostadas Salmas.

“En las categorías de panes tostados, empanizadores, y tortillas de harina, Grupo Bimbo anuncia que contará con al menos una alternativa sin sellos. Históricamente la empresa ha puesto en marcha distintas iniciativas globales para ofrecer cada vez mejores productos para todos los momentos de consumo de la población”, compartió la empresa en un comunicado.

Comida “chatarra” deja más de 10,000 mdp al erario

Otro elemento que refleja el poco impacto que tuvo el nuevo etiquetado es la recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se cobra en los alimentos no básicos con alta densidad calórica, también conocidos como ‘comida chatarra’; al cierre de julio dejó a las arcas del gobierno 12,390 millones de pesos, lo que significó un crecimiento anual de 22.5%.

Mientras que el aplicado a bebidas saborizadas apenas se incrementó 0.1%, de acuerdo a cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Aunque su crecimiento fue moderado, no hubo una caída.

El gravamen se paga a productos que resultan no esenciales en la vida de las personas, como son cigarros, bebidas alcohólicas o tabaco.

La Norma Mexicana pretende reducir los niveles de obesidad y sobrepeso que hay en México, que es considerada una de las naciones con los índices más altos en el mundo, mediante la aplicación de sellos frontales de advertencia con exceso de sodio, grasas saturadas, azúcar y calorías.

La NOM tuvo el visto bueno por diversos organismos internacionales de salud como la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infacia (Unicef, por sus siglas en inglés).