El sueño de todo emprendedor es convertirse en unicornio -una de esas empresas que alcanza una valuación de mil millones de dólares- pero ahora ya hay una nueva meta: ser un minotauro.

Axios acuñó el término de otra figura de la mitología griega para referirse a aquellas empresas que valdrían más de mil millones de dólares incluso si lo único que hicieran fuera reunir todo el dinero que han levantado en rondas de inversión y lo pusieran en una cuenta de cheques.

El medio especializado ya encontró 55 hasta el momento, más que los 39 unicornios que identificó la capitalista de riesgo Aileen Lee cuando inventó el concepto hace más de 5 años. 

El primer minotauro fue Alibaba en 2005, aunque el primero estadounidense fue Facebook, seguido de Groupon y Zynga.

Sin embargo, 2018 fue un parteaguas en este sentido ya que se crearon 24 nuevos minotauros, un enorme salto con respecto a los 14 creados 2017 y 9 en 2016, detalla Axios.

Parte del surgimiento de los minotauros se debe a una nueva forma de inversión, apodada “blitzscaling” por los empresarios Reid Hoffman y Chris Yeh.

Esta tendencia implica encontrar un mercado realmente grande en la que el ganador se lleva todo y gastar una enorme cantidad de dinero para crecer tan rápido como sea posible, de modo que nadie pueda representar una competencia.

“Blitzscaling no está diseñado para ser saludable para la economía. Es un intento deliberado de construir un monopolio con el que no se puede competir a menos que tengas bolsillos de miles de millones de dólares”, explica Axios.

Uno de los principales ejemplos de este tipo de comportamiento es Softbank y la decisiones de su CEO, Masayoshi Son: la promesa de rentas de monopolio en el futuro hace atractivas las inversiones de miles de millones de dólares en el presente.

Sin embargo, hay que recordar que no es necesario recaudar miles de millones de dólares para escalar en un monopolio.

Como Tim O’Reilly señala, Google recaudó solo 36 millones de dólares antes de su oferta pública inicial, e incluso Amazon recaudó solo 108 millones de dólares en capital de riesgo antes de que se hiciera público.