El Tren Maya ya está en marcha, pero las vías que guiarán el curso financiero del proyecto están en manos de una firma acusada de descarrilar los números de algunas empresas que confiaron en sus servicios.

El director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, anunció que el análisis costo-beneficio del proyecto estará a cargo de  Pricewaterhouse Coopers (PwC), una consultoría financiera involucrada en casos de corrupción y de pérdida de valor de algunas compañías que incluso han quedado en bancarrota.

De acuerdo con reportes internacionales, en los últimos 15 años esta firma, a la que el gobierno federal le asignó el análisis sin licitación, ha enfrentado múltiples demandas por malas prácticas contables que han derivado en pérdidas millonarias.

Un caso de corrupción

En 2007, PwC tuvo que pagar 225 millones de dólares (mdd) a los accionistas de la compañía de seguridad Tyco por no identificar una exageración de 5,800 mdd en las ganancias de la empresa.

Ese yerro de la firma le costó a los inversionistas alrededor de 10,000 mdd cuando el fraude salió a la luz.

PwC no recibió acusaciones pero la pesquisa sobre el millonario fraude que no logró detectar culminó con la detención del exdirector de Tyco, Dennis Kozlowski y del exencargado de las finanzas de la compañía, Mark Swartz.

Negligencia que derivó en crisis

En agosto de 2016, un juez federal de Estados Unidos ordenó a PwC el pago de 5,500 mdd por actuar con negligencia en una auditoría sobre un fraude de la agencia hipotecaria Taylor, Bean & Whitaker contra el Colonial Bank durante la década pasada.

De acuerdo con la sentencia, la firma no logró detectar que desde 2002 Taylor Bean entregó información hipotecaria fraudulenta a Colonial Bank, un plan que consistía en 1,500 mdd hipotecas falsas.

El fraude hipotecario contribuyó a la crisis económica de 2008 que ocasionó la mayor recesión económica estadounidense desde 1929.

Multa millonaria

En 2014, PwC acordó pagar al Departamento de Servicios Financieros del Estado de Nueva York una multa de 25 mdd por intervenir en una investigación financiera para intentar exonerar al Bank of Tokyo-Mitsubishi de una acusación de lavado de dinero.

La justicia financiera neoyorquina descubrió que la firma auditora ignoró actos de lavado de dinero del banco japonés por una cantidad de 100,000 mdd para Irán, Sudán y Myanmar, países en la lista negra estadounidense por terrorismo y abusos de los derechos humanos.

Según la sentencia, cuando PwC auditó el caso, modificó el lenguaje de las declaraciones de los trabajadores bancarios al describir las transacciones ilegales del banco y no realizó una investigación forense apropiada sobre el caso.

Pérdida de valor

Entre 2012 y 2014, PwC fue la auditora de la cadena británica de supermercados Tesco, la cual exageró sus ganancias por cerca de 300 mdd.

Cuando se dio a conocer el fraude, las acciones de la compañía se desplomaron en la Bolsa de Valores de Londres e hicieron que la compañía redujera su valor al menos 2,300 mdd.

Luego de la investigación, la justicia inglesa acusó a tres miembros de alto nivel de Tesco por cargos criminales y la cadena terminó una relación de trabajo de 32 años con PwC en 2015 debido a su incapacidad para descifrar las prácticas contables.

Mala consejera

En 2017 MF Global demandó a PwC por 3,000 mdd por un supuesto mal consejo financiero cuyo desenlace fue la bancarrota de la empresa en 2011.

La demanda dice que por consejo de PwC, MF Global invirtió 6,300 mdd en deuda pero la operación resultó contraproducente para la firma, lo que ocasionó una salida masiva de sus clientes, lo que la llevó a la quiebra.

PwC pagó 65 mdd para liquidar las demandas presentadas por los accionistas de MF Global en 2015.