Moody’s recortó la calificación corporativa de Grupo Aeromexico a Caa1 desde B2 debido una disminución más pronunciada en el tráfico de pasajeros que la prevista inicialmente como resultado de la contingencia por coronavirus.
La calificadora explicó en un comunicado que, además, una recuperación más lenta evitará que la demanda de pasajeros alcance los niveles de 2019 antes de 2023.
De hecho, el último análisis de escenarios de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) pronostica una disminución en la demanda global de pasajeros de alrededor de 24% para todo 2021 frente a 2019, mientras que estos niveles no se superarán hasta 2023.
Desde el brote de coronavirus, Aeroméxico ha experimentado una pérdida de efectivo, que si continúa, dará como resultado un perfil de liquidez debilitado y un apalancamiento significativamente mayor dependiendo de la duración de la duración del brote de COVID-19.
Moody’s destacó que la acción de calificación concluye la revisión iniciada el pasado 17 de marzo de 2020.
Moody’s también bajó a Caa2 desde B3 la calificación senior no garantizada de sus pagarés globales con vencimiento en 2025, emitida por su subsidiaria Aerovias de México, S.A. de C.V., con perspectiva negativa.
La agencia calificadora detalló que la rápida y creciente propagación del virus, así como el deterioro de las perspectivas económicas mundiales y la disminución de los precios de los activos “están creando un grave y extenso shock crediticio en muchos sectores, regiones y mercados”.
Los efectos crediticios combinados de estos desarrollos no tienen precedentes. El sector de las aerolíneas de pasajeros ha sido uno de los sectores más afectados por el shock dada su exposición a las restricciones de viaje y su sensibilidad a la demanda y el sentimiento del consumidor. La acción de hoy refleja el impacto en Aeroméxico de la amplitud y severidad del shock, y el amplio deterioro en la calidad crediticia que ha provocado.
Lo que se espera
Moody’s estima que la pandemia de COVID-19 conducirá a un periodo de cortes severos en el tráfico de pasajeros para 2020 con cancelaciones de vuelos parciales o totales y puesta a tierra de aviones, con todas las regiones afectadas a nivel mundial.
Aunque el escenario base supone una recuperación gradual en el volumen de pasajeros a partir del tercer trimestre, existen altos riesgos de escenarios negativos y más desafiantes, dada la gravedad y duración de la pandemia, además de que las restricciones de viajes son inciertas.
Específicamente para Aeroméxico, Moody’s asume una reducción de alrededor del 60% en el tráfico de pasajeros para todo el año 2020 frente a 2019 y una reducción del 40% para 2021, con volúmenes que se recuperan a los niveles de 2019 solo hasta 2023.
¿Por qué redujo las calificaciones?
La calificación Caa1 de Aeroméxico considera la estructura flexible de costos de la compañía, que le permitió reducir la quema de efectivo en más del 50% desde el comienzo del brote de la pandemia.
Así, la aerolínea se posicionó favorablemente frente a sus pares globales a menos de 50 millones de dólares por mes.
Moody’s dijo que Aeroméxico está bien posicionado para capturar oportunidades a más largo plazo, considerando la consolidación en el mercado mexicano, la relevancia del tráfico aéreo desde Estados Unidos, México y la relación con Delta Air Lines.
Por el contrario, la calificación incorpora la débil liquidez de Aeroméxico y la expectativa de que la compañía continuará dependiendo de fuentes externas de liquidez para mantener las operaciones durante el brote de la pandemia y hasta que se recupere el tráfico.
En tanto, la calificación de Caa2 para las notas no garantizadas es un nivel más bajo que la calificación de familia corporativa para reflejar la subordinación efectiva de esos acreedores no garantizados a la otra deuda garantizada existente de la compañía.
Por consiguiente, la deuda consolidada de Aeroméxico se compone principalmente de arrendamientos capitalizados según la NIIF 16 arrendamientos contables y financieros, que representan alrededor del 75% de su deuda total.
“Si tiene éxito en asegurar liquidez adicional, la deuda garantizada podría aumentar a cerca del 80% de la deuda total, aumentando aún más la subordinación efectiva de las obligaciones no garantizadas”, precisó Moody’s.
La perspectiva negativa refleja la visión de la calificadora de una recuperación más prolongada de la industria de las aerolíneas y la limitada flexibilidad financiera de Aeroméxico que puede resultar en una reestructuración de la deuda.