El grupo estadounidense de moda Michael Kors triunfó en la carrera por adquirir más exclusividad con la compra de Versace, una de las últimas casas de moda independientes, en una transacción de 2,120 millones de dólares.
El precio de venta informado este martes, 2.5 veces superior a su volumen de negocios actual, es una muestra de que Kors estima que el potencial de Versace es grande.
“La adquisición de Versace es una etapa importante para nuestro grupo. Con nuestros recursos, pensamos que la marca crecerá para superar los 2,000 millones de dólares de facturación”, considera el director ejecutivo de Michael Kors, John Idol, citado en un comunicado.
Según la presentación a inversionistas publicada por Michael Kors, entre los planes para Versace está incrementar las tiendas físicas en 50%, de 200 a 300 en todo el mundo, con especial atención en el mercado asiático, así como impulsar el comercio electrónico, que actualmente es prácticamente inexistente.
También se concentrarán en elevar de 35 a 60% el peso de los accesorios, como los afamados bolsos con un precio inicial superior a los 1,000 dólares, y el calzado en los ingresos totales.
Las acciones de Michael Kors cayeron más de 8% tras el cierre de mercado el lunes, luego que The Wall Street Journal publicó que el acuerdo era inminente, aunque durante la jornada del martes subieron 1.9% respecto al cierre previo, a 67.98 dólares.
Con la compra, Michael Kors incrementa su cartera de marcas de gama alta, tras adquirir el año pasado al fabricante británico de zapatos para mujeres Jimmy Choo por 1,200 millones de dólares.
Donatella brilla
El acuerdo de compra es también un reconocimiento de la pericia de Donatella Versace para resolver los problemas de la firma italiana y recuperar su prestigio tras el asesinato de su fundador, Gianni Versace, en 1997.
La rubia platinada emprendió una reorganización que impulsó las ventas del grupo de 268 millones de euros en 2009 a 668.7 millones en 2016 y ahora será una de las accionistas de Capri Holdings Limited, el nuevo nombre del holding Michael Kors, además de continuar como directora creativa de la casa de moda.
Versace es una empresa privada, por lo que no publica sus estados financieros, pero el CEO, Jonathan Akeroyd, señaló en una entrevista con el medio especializado en moda WWD que las ganancias netas de 2017 llegaron a 15 millones de euros, luego de una pérdida de 7.4 millones de dólares en 2016.
Los decepcionados
Con la venta de Versace, Italia pierde la propiedad de otra de las marcas que forjaron el prestigio y la creatividad a la moda italiana en el mundo.
Firmas históricas como Gucci, Fendi, Bottega Veneta y Loro Piana han pasado en los últimos 20 años a estar bajo el control de poderosos grupos económicos franceses.
Desde que comenzaron los rumores de la compra el lunes, seguidores de Versace rechazaron la adquisición, pues aunque Michael Kors fabrica productos de gama alta, sus precios no son comparables con los de Versace.