Los productores de crudo shale en Estados Unidos planean recortes a sus inversiones de hasta 55%, lo que no afectaría el mercado del gas natural en México en el mediano plazo, pero sí le da al gobierno de Andrés Manuel López Obrador la oportunidad de “establecer una agenda energética”, de acuerdo con expertos.

“Sería bueno que México se fuera planteando estrategias para garantizar el suministro y disminuir riesgos. CFE es todavía el operador fundamental de contratos de suministro y este sería un buen momento para acercarse a productores y aprovechar precios baratos y un ambiente donde los productores necesitan un contrato ancla para que los bancos los aguanten”, explicó Rosanety Barrios, analista energética.

La experta resaltó que la producción de shale tiene un rol importante en la guerra de precios del petróleo este año, pues los esfuerzos pasados de recortes a la producción fueron capitalizados por las empresas que utilizan el shale como método de producción.

“Son empresas que han recibido un apoyo del sector financiero muy importante y eso es parte de la queja de los otros productores”.

“[Estos productores] tienen dos características importantes que los diferencian de los grandes. Por un lado tienen un costo de producción alto, y abajo de 40 dólares el barril es difícil que sean rentables. Por otro lado, los campos de shale tienen una naturaleza distinta y se pueden cerrar, lo que les da la flexibilidad para recortar inversiones”, señaló Barrios.

Las quince empresas de shale seleccionadas por Axios reportaron un corte promedio a las inversiones de cerca de 45%, muy por encima de los recortes reportados por las grandes petroleras, que apenas rozan el 30%.

Crédito: Axios
Fuente: Axios

México, en su característica de único cliente conectado a Texas mediante ductos, tiene una dependencia importante del gas producido en esta región, lo que parecía atractivo dados los costos de venta en tiempos recientes.

Para Barrios, la situación sigue siendo atractiva porque no tenemos claro el futuro de las empresas de la región, pues el acuerdo conseguido por la OPEP este fin de semana todavía debe enfrentarse a una caída en la demanda y a un importante volumen de reservas almacenadas.

Sin embargo, la economía China parece estarse levantando y el país asiático, en su calidad de comprador importante de líquidos de gas, podría ser un impulso para la región.

Paul Sánchez, director de Ombudsman Energía México, advirtió que el riesgo para los productores independientes es que no están tan bien apalancados como las grandes empresas, tienen menor flexibilidad de acción y tienen poco contratos de largo plazo y coberturas, lo que hará que resientan de forma más importante la ralentización de la economía, algo que ya ha ocurrido en el pasado.

Otro elemento de los recortes son los contratos de servicios es el posible paro de campos operados por empresas independientes que podría detener contratos a empresas que se dedican a servicios petroleros, lo que podría traer incertidumbre a más de un eslabón en la cadena de valor.

“De alguna forma es igual que el petróleo: si hay muchos rigs parados empiezas a dar descuentos para que te contraten, pero muchas de estas empresas van a sufrir bastante e incluso van a quebrar. La apuesta de Trump es el capitalismo: en tiempos de crisis que quiebren los menos preparados”, recalcó Sánchez.