Pemex pretende incrementar su producción de gas natural en alrededor de 4,280 millones de pies cúbicos diarios para finales de 2023, impulsada principalmente por los nuevos desarrollos. El incremento representaría alrededor del 60% del consumo nacional, pero se trata de una meta que parece imposible de alcanzar, y cuya revelación podría obedecer a fines políticos.

“Pemex no ha sido suficientemente competitivo (en el terreno de gas natural). Es algo que le conviene y que debería aprovechar. Hay mucha infraestructura disponible que no ha terminado de usarse, como en Ixachi, pero fundamentalmente porque el dinero que obtendría del mercado no alcanza para pagar los gastos involucrados”, señaló David Rosales, analista del sector.

Esta distancia entre los costos de producción y los beneficios potenciales se deben puramente a una falta de eficiencia de Pemex en el sector del gas natural.

Por esta razón Rpsales consideró que las rondas de gas, no convencionales en el norte y de recuperación de nitrógeno en algunos campos, son la mejor opción actualmente para aprovechar las reservas de gas en el país.

Sin estas herramientas, Rosales advirtió que la proyección de un aumento superior a los 4,000 millones de pies cúbicos hecha por Romero Oropeza “no tiene sentido”, dado que está muy por encima de lo que podría esperarse con las condiciones actuales.

“No tengo elementos para pensar en ese número. Para poder incrementar la producción de gas tendrían que tener a Ixachi funcionando bien y recuperar parte del sureste, pero no ha habido exploración que lo justifique. La suerte también juega, pero Pemex no ha hecho los esfuerzos para colocarse en posición para aprovechar esa suerte”.

Rosales indicó que vale la pena esperar la respuesta de la Comisión Nacional de Hidrocarburos ante estos números, pues las cifras expuestas por Pemex parecen improbables, carecen de la exploración que las justifique y provocan desinformación y confusiones entre los observadores del sector.

“Lo que preocupa es que el traslado de gas es difícil y caro. Cantarell era más gas que crudo, y la mayoría de su gas se quemó. Uno puede producir muchísimo gas, pero también depende de la intención de esta producción, el nivel de quema y el plan integral de producción”, dijo una fuente que prefirió no ser identificada.

La fuente también destacó que resulta extraño que Presidencia esté metiendo al gas entre sus planes, luego de años en los cuales la producción de crudo fue la única métrica de éxito. “No había habido un enfoque dual más allá de la refinación”, lamentó.

Los analistas del sector continúan previendo que la importación de gas natural crezca en los próximos dos años, además de que esperan un declive en la producción de Pemex, por lo que una explosión en la producción de gas se antoja prácticamente imposible, especialmente en los próximos dos años.

Finalmente, a pesar de los recientes problemas en el abasto de gas provocados por la tormenta invernal en Texas, Rosales aclaró que las estimaciones de Presidencia no tienen injerencia en las necesidades de gas del país, que están dirigidas en gran parte por las necesidades de la industria.

Además, señaló que el gas nacional tendría que incrementar su producción de gas a precios competitivos para tener un impacto en los volúmenes de importación.