El gobierno de Andrés Manuel López Obrador no cumplirá con las metas de energía limpia y será el siguiente sexenio el que deberá implementar nuevas estrategias para impulsar esta parte del sector energético, de acuerdo con el Programa para el Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN) 2021.

Víctor Ramírez, analista del sector y vocero de Plataforma México Clima y Energía, explicó que este documento que realiza la Secretaría de Energía proyecta que el siguiente gobierno conseguiría añadir una cantidad considerable de energía renovable durante el primer año, pero será hasta el 2026 cuando el país pueda empezar a alcanzar sus metas en esta materia. 

Este gobierno tendría que empezar a emitir permisos en 2022 para que se agregue capacidad de generación para que pueda entrar en función en 2025. Se requieren unos 3,000 MW anuales en subastas, entonces estos permisos tendrían que comprender 15,000 MW para compensar el tiempo perdido, y no creo que la red tenga esa capacidad

 dijo Ramírez.

La falta de inversión en la transmisión es uno de los temas que más estorban a la capacidad de agregar nueva generación a la red nacional, pues hace falta reforzar enlaces norte-sur, además de poner en marcha la construcción de los proyectos que el actual gobierno suspendió, esto con el objetivo de garantizar la confiabilidad de la red.

Según la proyección de la actual administración, la energía limpia tendrá un crecimiento de casi 100 TWh entre 2024 y 2025, algo que sería una carga muy pesada para la red de transmisión y distribución.

“Si el siguiente gobierno tiene un cambio en la política energética, probablemente en 2026 o 2027 se podría ver una recuperación relativamente rápida. Sin embargo, esto depende de que el siguiente gobierno pueda recuperar la confianza que este está perdiendo”, advirtió Ramírez.

Inversiones privadas dan cierto optimismo

Un aspecto que puede dar cierto optimismo sobre la energía limpia son las expectativas del sector privado, las cuales perciben las políticas energéticas de la actual administración como temporales, y que actualmente no tienen intenciones de abandonar sus inversiones en el mercado mexicano en el mediano plazo.

La otra buena noticia es que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sí tiene dinero para invertir en transmisión, y que estos fondos se encuentran resguardados en el fideicomiso maestro, por lo que el gobierno podría emprender acciones en este ámbito, agregó Ramírez.

El mensaje sigue siendo que la administración no tiene pensado implementar proyectos de energía limpia y que en el mediano plazo están listos para que las emisiones sigan creciendo, dijo a EL CEO una fuente que prefirió no ser identificada.

“El crecimiento en el próximo sexenio es una moneda al aire, porque podemos terminar con una administración con corte similar a la actual, y el daño que la subinversión de CFE y la falta de entrada de renovables es algo que no se va a solucionar fácilmente, y será casi imposible recuperar el tiempo perdido”.

Las metas de generación de energías limpias no son sólo una cuestión de política o del medio ambiente, sino un compromiso internacional que el gobierno mexicano suscribió al firmar el Acuerdo de París en 2016, y que hasta el momento no está cumpliendo.