La llegada de Little Caesars al mercado mexicano desató una nueva rivalidad con otras cadenas como Domino’s Pizza. Desde la aparición de la marca aclamada por sus precios bajos y su esquema Hot-N-Ready –siempre habrá una pizza lista para llevar–, otros competidores luchan por seguirle el paso en cuestión de menú y costos.
Empresas como Domino’s ya han lanzado sus propias versiones de pizzas a bajo costo. Se trata de una respuesta para competir en condiciones similares a Little Caesars, aunque varias de ellas han optado por apelar a la calidad u otras características, antes que entrar en una ‘guerra’ de igualdad de precios.
¿Quién vende la pizza de pepperoni más barata?
Little Caesars entró a México con la pizza más barata del mercado, si se compara con otras grandes cadenas con presencia internacional. Sin embargo, sus precios han aumentado progresivamente con el paso de los años, por lo que provoca movimientos en el menú de sus competidores.
En noviembre de 2023, estos son los costos de una pizza de pepperoni sencilla en tamaño grande con recolección en mostrador:
- Little Caesars: $99 pesos
- Domino’s: $149 pesos
¿Por qué la pizza de Little Caesars es tan económica?
Es un hecho que Little Caesars tiene la pizza más barata de México en cuanto a cadenas comerciales. Pero, ¿por qué otras marcas no pueden igualarlo? El experto en el tema, Scott Wiener, realizó un análisis que fue retomado por el portal Mashed.
Según Wiener, para lograr un precio tan bajo en una pizza hay que comprometer alguno de los dos aspectos básicos que le agregan su valor: la calidad o la conveniencia. Y, en su opinión, la cadena creadora de la Pizza-Pizza sacrifica en sus ingredientes.
Mashed explica que Little Caesars utiliza ingredientes muy baratos para elaborar sus productos. Estos suelen venir procesados o congelados, por lo que no pierden recursos preparándolos; con excepción de la masa, pues es más barato fabricarla desde cero.
Otro aspecto que permite que la cadena tenga precios competitivos es su modelo de servicio: venta de pizzas en mostrador, con comedores reducidos y sin un servicio propio de entrega a domicilio. Con ello, se reducen la necesidad de personal y los costos operativos.
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