El reciente anuncio de una inversión de 602 millones de pesos para “la preservación y el mejoramiento” de las líneas de transmisión de la Comisión Federal de Electricidad se erigió como una señal más de la falta de compromiso que la actual administración tiene con los elementos necesarios para conseguir la transición energética a nivel nacional.

Se cancelaron muchas líneas nuevas. Si ves en el presupuesto 2020 la conexión a Baja California y algunas otras se cancelaron. Esta inversión no va a generar nuevas líneas ni a aumentar la capacidad, es puramente mantenimiento: líneas oxidadas o caídas, y tal vez prepararse para la época de huracanes. Eso no suma a la capacidad

Paul Sánchez, director, Ombudsman Energía México

Los problemas existentes en las líneas de transmisión y distribución han provocado que el gobierno dé la espalda a otro modelo que había obtenido buenas críticas de expertos e inversionistas: las subastas a largo plazo.

El anuncio de la cancelación de la SLP-01/2018 a principios de este año fue señalado como un error por parte de la administración, pues la subasta anterior había conseguido precios de generación de alrededor de 20.5 dólares por Mw/h, incluyendo certificados de energía limpia.

Ahora, las subastas se encuentran detenidas debido a la saturación en las líneas de transmisión, que la Secretaría de Energía considera representa una desventaja competitiva para la empresa estatal.

La CFE tiene que parar máquinas y equipos de generación para darle entrada [a la red de transmisión] a los privados que generan energía limpia y más económica, lo que es una desventaja para la empresa del estado, que es la que nos garantiza el servicio en este país

Rocío Nahle, Secretaria de Energía

Esta postura se ha traducido en un cambio de estrategia de la administración, que analiza financiar las obras de transmisión que requiera la creciente demanda energética nacional, pero también planea la realización de nuevas subastas energéticas a una menor escala y más focalizadas geográficamente para disminuir las necesidades de transmisión de las instalaciones ganadoras.

El otro problema en el impulso de la transición es la modificación que se pretende hacer a la figura de los Certificados de Energía Limpia. En algunos mercados, el valor de los CELs se acerca a cero conforme pasa el tiempo, pero la decisión de la Sener de otorgar certificados retroactivos a CFE podría provocar una pérdida de valor repentina para estas figuras.

La razón por la que Sener ve en esta modificación una idea atractiva es que, sin subastas de largo plazo, el mercado no tendría CELs suficientes para satisfacer la demanda de CFE, lo que significaría que la empresa estatal “quedaría a deber” una cantidad importante año con año.

Estas cantidades deberán ser pagadas eventualmente, so pena de multas por parte de la CRE, que es lo que el cambio de reglas pretende solucionar, explicó Víctor Ramírez, analista del sector energético.

Actualmente, los cambios promovidos por Sener se encuentran detenidos por amparos promovidos por actores del mercado. Durante 2020 se decidirá el destino final de la iniciativa, que podría tener un impacto en el futuro de la viabilidad de las energías limpias como inversión en México.