Olinia, el auto eléctrico mexicano que prometió la presidenta Claudia Sheinbaum, llegará a un sector cada vez más competido y con barreras como la infraestructura de carga. Aunque no es un proyecto terminado, existen dudas sobre su conceptualización, incluyendo la posibilidad de que se construya con un presupuesto inicial de 25 millones de pesos, como actualmente proponen las autoridades federales.
El pasado 6 de enero, Roberto Capuano, coordinador del proyecto Olinia, explicó que los autos eléctricos llegarían al mercado a finales del presente sexenio, con un costo que oscilaría entre 90,000 y 150,000 pesos.
Para lograr costos competitivos, se basaría en un chasis único y sería, más bien, una alternativa a las motocicletas y automotores de trayectos cortos, adicional a una opción para entregas de última milla.
En 2025, el proyecto de Olinia tendrá un presupuesto inicial de 25 millones de pesos. Al respecto, Raúl Moreno, fundador y director de NextGen Intelligence, dijo que dicho monto sería suficiente para el diseño de un prototipo, pero requerirá de mayor capital y alianzas con el sector privado.
Si bien podría ser suficiente para un prototipo básico, la producción masiva y su escalabilidad requerirán el apoyo de empresas privadas y, posiblemente, incentivos gubernamentales. Las alianzas con fabricantes de componentes, startups tecnológicas y universidades también serían clave para optimizar costos y acelerar el desarrollo
señala el especialista.
Otras ‘barreras’ de Olinia, el auto eléctrico mexicano
Además de un presupuesto inicial bajo, el proyecto de Olinia se enfrenta a otros retos, como la ausencia de una sólida red de carga para autos eléctricos a nivel nacional.
“El desarrollo de una red de carga eléctrica accesible y eficiente será determinante para su éxito”, considera Moreno, quien ha estado involucrado en la creación de otros microautos electropropulsados.
De acuerdo con el Barómetro de la Electromovilidad México elaborado por la Electro Movilidad Asociación (EMA), hacia el tercer trimestre de 2024 existía un total de 42,915 puntos de carga en todo el país; no obstante, solo 3,273 conexiones se ubicaban en sitios públicos, y el grueso corresponde a conectores residenciales, agencias de autos y sitios corporativos.
Daniel Hernández Pacheco, presidente de la Red Nacional de Clusters de la Industria Automotriz (Redcam), comenta que la infraestructura de carga aún es una ‘tarea pendiente’ para avanzar en la electromovilidad, pero que podría subsanarse con la creación de una política pública destinada a solventar dicha necesidad, así como un incremento de capital privado para el desarrollo de conexiones.
Promocionará la electromovilidad
El proyecto presentado por Sheinbaum asegura que Olinia busca “revolucionar la movilidad en México” y se desarrollará en conjunto con la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y el Tecnológico Nacional de México (TECNM).
Las autoridades vieron potencial en el sector de los miniautos eléctricos, que todavía no ha sido tan explorado en México y que se centra en la movilidad urbana, equivalente al 80% de las necesidades diarias de transporte.
Para su aprovechamiento, Hernández comentó que podría promover el desarrollo de la ingeniería mexicana y conectar hacia las cadenas de suministro locales, con lo que se lograría una masificación del proyecto y, a su vez, conseguir costos más competitivos.
Alternativa para plataformas
Por otro lado, el especialista de NextGen Intelligence no descarta que Olinia pueda utilizarse para el transporte de pasajeros en aplicaciones, en la configuración de “movilidad de barrio”, que las autoridades del proyecto mencionaron como una alternativa a los mototaxis.
La idea de desarrollar un vehículo compacto, económico y eléctrico como alternativa a las mototaxis es una visión que no solo responde a las necesidades de transporte accesible, sino que también podría adaptarse perfectamente al modelo de plataformas de ride handling y last mille delivery
explica Moreno.
Y concluye que con un diseño adecuado, que equilibre costos de adquisición, bajo mantenimiento y buen rendimiento, Olinia podría generar interés tanto entre conductores y en las propias plataformas.
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