La cadena de vitaminas y suplementos alimenticios GNC Holdings está negociando un préstamo por bancarrota, pocos días antes de que venza el plazo de su deuda, de acuerdo con una nota de Bloomberg.

El movimiento se discute mientras GNC está más cerca de un posible pago anticipado de cerca de 60 millones de dólares en su línea de crédito basada en activos, el próximo 15 de junio. Los acreedores pueden forzar el pago si la liquidez cae debajo de cierto nivel en esa fecha, explicó la agencia especializada.

Hasta el momento, la empresa platica con sus titulares de duda y préstamos bancarios para encontrar una posible extensión o exención de sus obligaciones, dijeron personas cercanas al proceso.

Como medida ante la presión por la pandemia de COVID-19, GNC retuvo los pagos de alquiler para preservar algo de efectivo, mientras que gran parte de sus tiendas permanecen cerradas.

El objetivo del préstamo por bancarrota sería que la firma con sede en Pittsburgh mantuviera su operación mientras elabora un plan para encaminar de nuevo su negocio, además de renegociar sus deudas, que ascendieron a 895 millones de dólares al final del primer trimestre.

Las acciones de GNC subieron casi 14%, a 80 centavos de dólar, al cierre de las operaciones del martes, después de que se difundió la noticia sobre las pláticas y poco antes de las 11:00 am de este miércoles caen 6.95%.

La firma dijo a Bloomberg que sus problemas de liquidez se vieron exacerbados por la pandemia de COVID-19.

“Continuamente evaluamos y revisamos nuestras opciones estratégicas para proteger mejor nuestros intereses financieros a largo plazo. Sería prematura especular sobre posibles resultados”, dijo.

El negocio de GNC es la venta de vitaminas, minerales y suplementos alimenticios como proteínas en polvo. Cuenta con cerca de 5,200 tiendas repartidas en Estados Unidos y con presencia en 50 países.

Sus ventas fueron afectadas por las medidas gubernamentales estadounidenses para contener la propagación del virus, al cerrar las tiendas que no se consideraban esenciales.

Ante la situación, la empresa redujo sus costos que incluyeron la congelación de nuevas contrataciones y una reducción en las compras de inventario.

Impacto en refinanciamiento

El SARS-CoV-2 llegó en mal momento para la compañía, pues retrasó su proceso de refinanciamiento, de acuerdo con lo dicho por Ken Martindale, presidente ejecutivo de GNC durante la llamada con inversionistas correspondiente al cuarto trimestre.

Antes de la pandemia, la firma ya trataba de reducir su deuda. Ganó tiempo en febrero de 2018 cuando refinanció préstamos y organizó una inversión de 300 millones de dólares por Harbin Pharmaceutical Group. De esta forma, la empresa de origen chino se convirtió en el accionista mayoritario de GNC.

En mayo, los prestamistas otorgaron una prórroga a GNC que retrasó el pago de sus compromisos del 16 de mayo hasta agosto.

La firma cerró el primer trimestre con 137 millones de dólares en efectivo en su balance general. No refinanciar o reestructurar sus préstamos sin una extensión o acuerdo con las partes interesadas tendría un “efecto materialmente adverso” en la liquidez de GNC y podría resultar en bancarrota apegándose al Capítulo 11, dijo la empresa el mes pasado.