La desaparición de los organismos autónomos energéticos como la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE) representa un doble golpe para México: un incremento en la contaminación ambiental y un disparo en los precios de los energéticos que afectaría directamente a los hogares y la competitividad de las empresas, coincidieron analistas y organismos.

A partir de un análisis derivado de la reciente aprobación en la Cámara de Diputados de la reforma que elimina los organismos autónomos, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) señaló que este cambio pone en peligro la estabilidad y sustentabilidad del sector energético mexicano.

Como primer punto de riesgo, sostiene el documento, se recordó que la CNH tiene como misión principal regular la exploración y extracción de hidrocarburos, supervisando que estas actividades se lleven a cabo bajo estándares técnicos y ambientales que minimicen el impacto negativo. 

Sin esta vigilancia, dijo el organismo, México corre el riesgo de caer en prácticas de extracción irresponsable por parte de Pemex y otras empresas del sector. De lo que ocurre actualmente en el sector de los hidrocarburos en materia de contaminación, destaca Petróleos Mexicanos (Pemex).

De acuerdo con el informe del segundo trimestre de 2024, la compañía petrolera reportó un incremento del 21.6% en las emisiones de óxidos de azufre (SOx) en comparación con el mismo periodo del año anterior. 

Por las políticas energéticas actuales se pasaron de 522,300 toneladas (Mt) de SOx entre enero y junio de 2023 a 635,200 Mt en el mismo periodo de 2024.

Derrames, la advertencia de Coparmex

Estas prácticas, advierte Coparmex, podrían resultar en derrames de petróleo y emisiones descontroladas de gases contaminantes, agravando los problemas de calidad del aire y destruyendo ecosistemas enteros.

El último informe de Moody’s Analytics, titulado Los Retos de la Transición Energética en América Latina, refuerza esta advertencia. Según el estudio, México es uno de los países de la región con las metas menos ambiciosas en materia de emisiones de gases de efecto invernadero, permitiendo un ligero aumento en los próximos años. 

Además, sus compromisos más sólidos están condicionados a la obtención de financiamiento y apoyo tecnológico internacional.

Sin la CNH, las consecuencias podrían ser desastrosas para el medio ambiente. Derrames de petróleo, emisiones sin control y un retroceso de décadas en sustentabilidad serían inevitables,

señala Coparmex.

El desmantelamiento de la CNH no solo afectaría al medio ambiente; también generaría un desabasto de combustibles debido a una gestión ineficiente de los recursos energéticos. Al mismo tiempo, provocaría incrementos significativos en los precios de la gasolina, afectando directamente a los consumidores, señaló la Coparmex y el presidente de la consultoría Edge Innovation, Víctor Hugo Juárez.

Actualmente, la CNH garantiza la transparencia y eficiencia en la gestión de contratos para exploración y producción, promoviendo una competencia saludable entre las empresas. 

“Sin este organismo, la capacidad de México para atraer inversiones en el sector energético también podría verse comprometida, limitando aún más el acceso a combustibles y recursos clave”, dijo el analista.

La CRE: salvaguarda de la competencia y el suministro energético

Por su parte, la CRE supervisa el mercado energético para evitar la formación de monopolios y asegurar un suministro estable de electricidad, gas y combustibles. Este organismo es fundamental para garantizar precios competitivos y un flujo constante de energía.

Sin la CRE, la Coparmex advierte que el país podría enfrentar un aumento drástico en los precios de la electricidad, el gas y los combustibles debido a la falta de controles. La dominancia de un solo actor, como Pemex o la CFE, podría llevar a prácticas monopólicas que dejarían sin opciones a los consumidores y empresas.

Además, la confiabilidad del suministro energético estaría en juego. Para industrias y negocios que dependen de un flujo constante de electricidad y gas, cualquier interrupción podría traducirse en pérdidas millonarias.

La desaparición de la CRE también dificultaría el avance hacia fuentes de energía limpia. Sin un organismo que impulse el desarrollo de energías renovables y supervise el cumplimiento de estándares, México se arriesga a incumplir sus compromisos internacionales en materia de cambio climático, como la meta de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.

Según el informe de Moody’s Analytics, mientras países como Chile y Colombia lideran la transición energética con marcos legales sólidos y objetivos ambiciosos, México permanece rezagado, dependiendo en más del 80% de fuentes como petróleo y gas natural para su consumo energético.

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