Pemex, un paso más cerca del grado de inversión: Fitch eleva calificación crediticia
Fitch Ratings mejoró nuevamente la calificación crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex), esta vez de ‘BB’ a ‘BB+’, con perspectiva estable, después de que la petrolera completó una oferta de recompra de deuda por 9,900 millones de dólares, financiada con recursos proporcionados directamente por el gobierno federal.
Apenas a inicios de agosto, la agencia calificadora había ajustado su nota de ‘B+’ a ‘BB’. De esta manera, la petrolera estatal se acerca al grado de inversión, ubicándose a un escalón en escala de Fitch.
Además, S&P ratificó el 8 de septiembre la nota de Pemex en ‘BBB’, con perspectiva estable. Ese nivel, en escala de esta agencia, se encuentra en grado de inversión; sin embargo, con Moody’s –que también ajustó la nota el 8 de septiembre– todavía está cuatro peldaños por debajo de este umbral, con una nota ‘B1’ y perspectiva estable.
En un comunicado difundido este jueves, Fitch dijo que la nueva estructura permite a Pemex compartir un techo de endeudamiento con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), para reducir su apalancamiento y los costos financieros.
Con este movimiento, la agencia calificadora considera que existe un mayor vínculo entre la empresa y el soberano, lo que refuerza la percepción de respaldo gubernamental hacia la empresa paraestatal.
Los retos de Pemex
Fitch advierte que Pemex continúa enfrentando serios retos operativos y financieros, ya que su perfil crediticio independiente se mantiene en “CCC”, reflejando pérdidas continuas y una elevada carga de deuda.
Al cierre de junio de 2025, Pemex reportó pasivos por 98,800 millones de dólares, además de elevados gastos por intereses que presionan su liquidez y limitan su margen operativo.
Fitch advirtió que la falta de inversión en exploración y mantenimiento seguirá afectando la producción y aumentando los riesgos en infraestructura clave, lo cual debilita el desempeño de la empresa.

Retos para la petrolera, según Fitch
La calificadora estadounidense señaló que a pesar de este movimiento, Pemex también enfrenta problemas ambientales y de seguridad, como fugas en ductos e incidentes en instalaciones, que generan costos adicionales y afectan la reputación de la petrolera estatal.
Fitch aclaró que Pemex permanece altamente dependiente del apoyo del gobierno mexicano, que en los próximos años deberá destinar recursos adicionales para cubrir deuda y necesidades de capital.
Pese a los riesgos, Fitch considera que el respaldo oficial garantiza la estabilidad de corto plazo, situando a Pemex un escalón por debajo de la calificación soberana de México.
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