El gigante inmobiliario chino Evergrande, al borde de la quiebra, anunció este miércoles un acuerdo con un acreedor local para evitar el impago de los intereses de un bono clave.
En un comunicado enviado a la bolsa de Shenzhen, su filial Hengda aseguró haber negociado un plan para pagar los intereses de un bono que vencen este jueves y de cuyo reembolso muchos dudaban.
Bloomberg calculó el valor de estos intereses en 232 millones de yuanes (35.9 millones de dólares).
Sin embargo, el comunicado no menciona el pago de los intereses de otro bono que también vencen el jueves.
El director de inversiones de Franklin Templeton, Luis Gonzali, apuntó en su cuenta de Twitter que el acuerdo ayuda a que no caiga en default en su deuda denominada en yuanes, pero cumplir sus compromisos denominados en dólares es más complejo.
Resolver el tema en yuanes era más sencillo pues el pago de intereses en el mkt local se hace a través de una cámara de compensación (org. centralizado).
La negociación fue con la cámara, no con los tenedores.
El problema es que la deuda global no usa cámara, y el pago es directo— Luis Gonzali (@LuisGonzali) September 22, 2021
Aun así, el pacto supone un breve respiro para el promotor inmobiliario, que emplea a 200,000 personas, tiene presencia en más de 280 ciudades y asegura generar 3.8 millones de trabajos indirectos en China.
Los analistas indicaron que también representa un alivio a corto plazo para los mercados, dado que el incumplimiento en el pago abre la puerta a un impacto a escala global por la crisis de la compañía.
“Para que la confianza se convierta en algo más significativo, el mercado deberá avistar parte de los amplios planes de reestructuración de Evergrande”, dijo a Bloomberg Gary Dugan, jefe ejecutivo en Global CIO Office.
Crecimiento frenético
Fundado en los 1990, Evergrande vivió un crecimiento frenético nutrido de un fuerte endeudamiento que ahora supera los 300,000 millones de dólares.
La semana pasada, el grupo admitió estar “bajo tremenda presión” y reconoció la posibilidad de que no pudiera hacer frente a sus obligaciones.
La situación de Evergrande, con unos 1.4 millones de viviendas en construcción por entregar, generó protestas de clientes, proveedores e inversionistas con miedo a perder su dinero.
Su presidente y fundador, Xu Jiayin, dijo a su plantilla esta semana que el grupo “podrá salir pronto de su momento más oscuro”.
La empresa contrató expertos para tratar de evitar el colapso y, según informaciones de Bloomberg, los reguladores estatales también enviaron un equipo de asesores para ayudar al grupo.
Los temores a una quiebra de Evergrande y un contagio a la economía china y mundial sacudieron las bolsas esta semana.
Los mercados reaccionaron tímidamente al anuncio del pago de los intereses. Aunque la Bolsa de Shanghái cerró este miércoles con un alza de 0.4%, la de Shenzhen terminó con una caída de 0.57%, tras cuatro días de pausa por días feriados.
La de Hong Kong, en tanto, estuvo cerrada este miércoles.
El director de investigación macroeconómica del Banco Asiático de Desarrollo, Abdul Abiad, aseguró que “las reservas de capital del sistema bancario de China son suficientemente fuertes para absorber un impacto, incluso del tamaño de Evergrande, si se produce”.
“Eso garantiza una vigilancia cuidadosa porque el inmobiliario es un componente importante de la economía china (…) Si el sector inmobiliario se ve impactado, podría tener efectos para el conjunto de la economía china”, añadió en un encuentro virtual con periodistas.