Tras el toque de la campana este miércoles, la Reserva Federal (Fed) dará a conocer los resultados anuales de los test de estrés realizados a un total de 32 bancos de Estados Unidos que tienen más de 100,000 millones de dólares en activos.
De acuerdo con los analistas, no habrá grandes cambios en comparación con lo registrado el año pasado, cuando los 23 bancos más grandes de Estados Unidos superaron la prueba pese a la crisis que culminó en la quiebra de Silicon Valley Bank y Signatura Bank en marzo de 2023.
Añadieron que las instituciones financieras se mantuvieron “por encima de los requisitos de capital” durante una hipotética recesión global, a pesar de perder más de 500,000 millones de dólares en las proyecciones.
Pese a ello, los expertos no tienen claro si aprobar el test este año conlleve un aumento de dividendos debido a que el sector se encuentra en medio de una reforma regulatoria.
La prueba es utilizada por el banco central estadounidense para determinar las reservas de capital que deben hacer las entidades para encarar una posibles crisis, lo que sirve para proteger al sistema bancario.
Entre los bancos de Estados Unidos que formaron parte de la evaluación se encuentran Bank of America, JPMorgan Chase, Barclays, US LLC y Wells Fargo. Debido a que el rango de activos se amplió, algunos bancos más pequeños como Huntington Bancshares, Keycorp y Regions Financial Corporation también fueron incluidos.
Posibles cambios de la Fed para evaluar a los bancos de Estados Unidos
La Fed ha mostrado intenciones de aplicar nuevas y más estrictas reglas a los bancos con más de 100,000 millones de dólares en activos con el objetivo de fortalecer la seguridad luego de las quiebras registradas el año pasado en Silicon Valley Bank, Signature Bank y First Republic Bank.
El acuerdo ayudaría a endurecer lo acordado por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea después de la crisis financiera de 2007-2009.
Los cambios propuestos afectarían principalmente a los bancos medianos que cuenten con activos de entre 100,000 y 250,000 millones de dólares.
Además de ayudar a garantizar que los grandes bancos de Estados Unidos están bien capitalizados para realizar préstamos a hogares y empresas ante una crisis, el test de estrés también sirve a los inversionistas porque a menudo tienen un impacto en los dividendos las recompras de acciones.
Con información de EFE
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