Entre políticas contradictorias y subsidios millonarios: retos de la transición energética en México
En el marco de un foro sobre transición energética, se enfatizó que las políticas públicas en esta materia deben enfrentar el reto del cambio climático, lo cual demanda un cambio coherente y sostenible.
En este sentido, Fluvio Ruiz Alarcón, experto en energía, destacó que “uno de los problemas que enfrentamos en general es que suele haber contradicciones entre una política y otra. La eficacia de estas políticas públicas no depende de la calidad inicial de las mismas, sino precisamente de las políticas conjuntas”.
Un ejemplo palpable de este reto en México son los subsidios al consumo de combustibles que podrían destinarse a otros sectores. En 2022, estos subsidios fiscales alcanzaron los 400,000 millones de pesos.
Esa cifra representa el costo de Dos Bocas o la deuda a proveedores de Pemex (…) son cantidades que podrían tener un mejor uso y que deberían sustentarse en una reforma fiscal
destacó Ruiz Alarcón.
En este contexto, uno de los retos más importantes es definir cómo financiar la transición energética, con una fiscalidad justa para los combustibles y una estrategia nacional que se adapte a las diversas regiones del país.
Apostar por energía nuclear, aguas profundas y gas natural
El especialista refirió que la energía nuclear es clave para combatir el cambio climático, ya que “es prácticamente imposible alcanzar las metas que nos hemos planteado como país dentro del Acuerdo de París, si no hay un impulso importante a la energía nuclear”.
Sin embargo, el debate mexicano sobre energía nuclear se ha atrasado y es urgente relanzar esta área, que ya cuenta con dos reactores en Laguna Verde y décadas de experiencia, según el experto.
Ruiz Alarcón también apuntó a la suspensión del programa de investigación en aguas profundas, señalando que esta decisión debilita el desarrollo energético nacional. Puso como ejemplo a Brasil, cuya producción petrolera creció 189% entre 2000 y 2025 gracias a años de esfuerzo en el área.
Además mencionó que el gas natural como combustible de transición puede ser racional desde el punto de vista energético, pero la declinación en la producción nacional ha generado una fuerte dependencia de importaciones, principalmente de Estados Unidos, sin diversificación de proveedores, lo que incrementa la vulnerabilidad de México.
El experto resaltó la necesidad de una mayor colaboración regional en hidrocarburos, aprovechando que muchas empresas energéticas son públicas. Esto facilitaría la coordinación entre gobiernos y la creación de políticas que reduzcan la dependencia.
¿Qué es la transición energética y por qué es importante?
Según el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), el uso intensivo de combustibles fósiles podría casi duplicar las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) en los próximos 25 años, aumentando de 38,000 a 65,000 millones de toneladas métricas. Este incremento pone en riesgo la subsistencia del planeta.
En este sentido, Fluvio Ruiz señaló que “hay todo un conjunto de medidas que serán necesarias por la mera preservación de nuestra especie hacia un modo de producción más limpio o menos agresivo contra el medio ambiente”.
También aclaró qué implica realmente la transición energética “No consiste en un desplazamiento de una serie de fuentes de energía, como son las que representan los hidrocarburos (…) sino que son complementarias”.
Subrayando que este proceso no es solo dejar de usar hidrocarburos como combustible, sino sustituir gradualmente sus múltiples usos en la vida cotidiana, lo cual tomará varias décadas.
La postura del Senado
La senadora Laura Itzel Castillo, presidenta de la Comisión de Energía, destacó la importancia de la planta fotovoltaica de Puerto Peñasco, en Sonora, que será la más grande de América Latina y muestra cómo el país combina el uso estratégico de fósiles con una transición hacia energías limpias.
Además destacó los avances legislativos y estratégicos para fortalecer a Pemex y la CFE, incluyendo la reforma de los artículos 25, 27 y 28 constitucionales, así como la incorporación del principio de justicia energética en el marco legal.
También se reformaron más de diez leyes del sector para recuperar la soberanía energética tras años de políticas privatizadoras.
Castillo señaló que México pasó de importar el 80% de sus combustibles a producir la mayoría, gracias a inversiones en infraestructura.
También te puede interesar: