El impacto económico que tendrá el COVID-19 en el mundo manda señales de alerta a distintas empresas, las cuales se pueden enfrentar a problemas como la falta de liquidez. 

Distintas compañías colocarán bonos para tener el dinero suficiente para hacer frente a la crisis y aprovecharán las bajas tasas de interés del mercado. Tan solo la Reserva Federal de Estados Unidos recortó su tasa de interés a un mínimo histórico de entre 0 y 0.25%, desde mediados de marzo de este año.

Una presión extra para las empresas puede venir por parte de las calificadoras de riesgo, como Moody’s, Fitch y S&P, las cuales han empezado a recortar notas dado el alto grado de incertidumbre que existe, el impacto que estiman del COVID-19 y problemas propios de las empresas, como una alta de deuda y bajos ingresos.

Adidas

El gigante de la ropa deportiva planea un bono multimillonario en euros que suspenderá el préstamo que acordó con el gobierno alemán, según un reporte de Manager Magazine.

La firma debe obtener la calificación de una agencia para poder emitir el bono, por lo que ha puesto en marcha el acelerador para recibir una nota crediticia externa, de acuerdo con fuentes internas de la compañía.

A mediados de este mes, la administración encabezada por Angela Merkel aprobó un préstamo de emergencia por 2,400 millones de euros para Adidas a través del banco público KfW, luego de que sus ventas se desplomaron 80% debido al cierre de sus tiendas en todo el mundo.

Previamente, la compañía interrumpió la compra de acciones y su equipo directivo renunció a sus bonos, que representan hasta 65% de los sueldos.

Delta Airlines

La aerolínea estadounidense busca recaudar 3,000 millones de dólares en préstamos y bonos para salvar su negocio, ante la interrupción de vuelos causada por el coronavirus.

La compañía ofrece un primer préstamo de 1,500 millones de dólares con vencimiento en 2023 y la misma cantidad de bonos garantizados con vencimiento en 2025, dijo en un comunicado el miércoles.

La deuda incluirá garantías como tragamonedas en los aeropuertos de Nueva York y Londres y JPMorgan Chase liderará la oferta de bonos privados, detalló Bloomberg.

Netflix 

Un día después de que Netflix reportó un incremento de 15.77 millones de suscriptores a su servicio de streaming durante el primer trimestre del año, la compañía dio a conocer que planea adquirir más deuda.

La compañía ofrecerá 1,000 millones de dólares en nuevas ventas de bonos, con el fin de financiar la adquisición y producción de contenidos, según un comunicado publicado el miércoles.

La operación será manejada por Morgan Stanley, Goldman Sachs, JPMorgan Chase, Deutsche Bank y Wells Fargo.

Aunque Netflix suele emitir bonos tras su primer reporte trimestral cada año, la firma tecnológica busca reducir su necesidad de recurrir a los mercados públicos para obtener fondos adicionales.

Restaurantes buscan salvar el negocio

En un esfuerzo por transformar su negocio tras un periodo prolongado de cierre, la cadena británica Pret A Manager recurrirá a un préstamo de 100 millones de euros de bancos como BNP Paribas, HSBC y Santander, reportó The Financial Times.

La compañía, que abrió las puertas de algunos de sus 500 establecimientos en Reino Unido desde la semana pasada, afirma contar con efectivo suficiente, pero necesita recursos para desarrollar nuevos sistemas tras un reajuste de su modelo de negocio.

El lunes, la cadena de hamburguesas neoyorquina Shake Shack devolvió un crédito de 10 millones de dólares al gobierno de Estados Unidos, tras lograr recaudar 75 millones de dólares mediante la venta de acciones.

Shake Shack es una de las primeras empresas públicas en ser señaladas por ocupar los apoyos gubernamentales, en medio de críticas sobre la distribución de los fondos a través del Programa de Protección de Pago de Cheques (PPP, por sus siglas en inglés).