El optimismo moderado que tenía Cemex para este año se esfumó por el brote del virus COVID-19 y su impacto en el crecimiento económico, aunado a los efectos de la caída del precio del petróleo por el desacuerdo entre Rusia y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
A finales del año pasado, la cementera preveía una estabilización en su negocio, donde los volúmenes de venta de cemento, concreto y agregados esperaban leves crecimientos, sin embargo, el optimismo se esfumó.
Los volúmenes de sus productos y sus ventas netas no han podido recuperar sus niveles previos a la crisis económica y financiera de 2009, ubicándose en mínimos de al menos una década, de acuerdo a sus reportes trimestrales correspondientes al último trimestre del año de la compañía.
La multinacional, propiedad de la familia Zambrano, tuvo una caída en el volumen de cemento de 6.6% en 2019, en tanto el volumen de concreto y el de agregados descendió 3.2 y 1% respectivamente en 2019, comparado con el año anterior a nivel consolidado. En tanto sus ventas netas decrecieron 3% en el mismo lapso.
“Antes de que el tema del coronavirus pasara de un tema local a uno con impacto global, la perspectiva del crecimiento de la economía mexicana era favorable (…) lo que conllevaría a una estabilización en los volúmenes de ventas y un ligero incremento de Cemex. Pero, con el tema del COVID-19 y el desplome del precio del petróleo este fin de semana estaríamos hablando de un panorama de incertidumbre para la empresa”, dijo Fernando Bolaños, gerente de análisis en Grupo Financiero Monex.
En tanto, un reporte elaborado por S&P Global Ratings a finales de enero de este año, prevé un crecimiento nulo e incluso una ligera caída en los volúmenes de ventas de cemento en el país, lo que se traduciría en “el desempeño más débil en dos años consecutivos, en la última década”.
México, el mercado clave que arrastra a Cemex
México es la región que le reporta el mayor monto en cuanto a flujo operativo (EBITDA, por sus siglas en inglés) respecta. En 2019 el EBITDA del país reportado a la compañía fue de 966,270 millones de dólares, casi el 40% de todos los mercados donde tiene presencia.
La contracción en los volúmenes en el país comenzó a finales de 2018 derivado a diferentes factores locales como la caída en la construcción de nuevas viviendas por la reducción del subsidio federal a dicho programa, un menor número de adjudicaciones para la construcción de carreteras, la cancelación del proyecto del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México en Texcoco.
El gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador propuso la implementación del Plan Nacional de Infraestructura y el Plan Nacional de Vivienda, con el objetivo de reactivar el sector de la construcción y a la economía nacional.
“El programa de vivienda tendrá una ejecución más rápida que el de infraestructura. El primero se llevará a cabo a lo largo del sexenio”, dijo Fernando A. González, CEO de Cemex, en conferencia con analistas en octubre de 2019.
Para el Plan Nacional de Infraestructura, tenían una opinión más reservada pues lo veían como una “posibilidad”.
“En nuestra opinión, la respuesta depende de la capacidad del gobierno para restablecer la confianza en los inversionistas e impulsar el consumo, así para avanzar con una política de vivienda más decisiva e implementar el plan nacional de infraestructura, calves para impulsar las expectativas de crecimiento del cemento en los siguientes año”, detalla el reporte de S&P Global Ratings.