Un nuevo capítulo entre Altos Hornos de México (AHMSA) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público está por escribirse, después de que las cuentas bancarias de la siderúrgica y del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, fueran congeladas por la dependencia de gobierno. Sin embargo, la riña entre ambas no es nueva y los problemas se remontan al siglo pasado.
La caída en los precios de los metales, un agresivo proceso de modernización y la deuda histórica orilló a AHMSA a suspender sus pagos a acreedores en 1999.
Así, la empresa echó mano de la Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos, vigente hasta el año 2000, lo que le permitió no pagar sus compromisos, al mismo tiempo que congelaba sus deudas en pesos, así como sus intereses, y al mismo tiempo que convertía la deuda contraída en moneda extranjera al tipo de cambio del día de la suspensión.
De esta manera, dejó de aportar a sus deudores cerca de 2,300 millones de dólares (mdd), pero continúo en manos de sus accionistas.
Sus acreedores, entre ellos de Bank of América, Bancomer, JPMorgan, Banamex, entre muchos otros, comenzaron a ejercer presión a la Secretaría de Hacienda para intervenir en el caso.
La dependencia giró una demanda penal contra el consejo de administración de AHMSA por fraude fiscal en 2003, que provocó la huida de los directivos de la siderúrgica a distintos puntos del mundo.
Un año después, las instituciones vendieron su deuda a través de instrumentos financieros conocidos como fondos libres o de cobertura, a una fracción de su valor original.
Finalmente, en 2005 todos los bancos se habían desecho de la deuda de AHMSA.
El renacer de AHMSA
Ante un repunte en el precio del acero en los mercados internacionales, la compañía inició un proceso de reestructuración para poder librase de la suspensión de pagos con la que aún contaba.
Fue hasta 2016 cuando AHMSA puso fin a la suspensión de pagos a sus acreedores, lo que parecía el punto final de la historia.
Sin embargo, ayer la Secretaría de Hacienda informó que a través de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) congeló las cuentas de la empresa siderúrgica, así como las del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin, por llevar acabo operaciones con recursos presuntamente ilícitos producto de la corrupción.
En 2013, cuando Lozoya Austin era director de la empresa productiva del Estado, se celebró la compra de Agro Nitrogenados, dedicada a la producción de fertilizantes y propiedad de AHMSA.
La operación ascendió a 275 mdd y se invirtieron 200 mdd más para rehabilitar la planta, reveló una investigación elaborado por Quinto Elemento Lab en 2018.
De acuerdo al reporte, la planta adquirida es obsoleta y fue comprada a un sobreprecio de más de 90 mdd.
El hombre detrás de AHMSA
Alonso Ancira es el empresario detrás de Altos Hornos de México. Se hizo de la empresa en 1991, cuando el expresidente Carlos Salinas de Gortari privatizó la compañía y fue adquirida a través de deuda por Ancira.
Luego de la orden girada por la Secretaría de Hacienda, a finales de la década de los 90, el empresario se refugió en Israel mientras continuaba con sus negocios tanto en México como en su país adoptivo.
Una vez arreglado los asuntos legales, regresó al país y continuó con AHMSA.
Ahora, Ancira vuelve a estar en el ojo de la dependencia gubernamental, esta vez por los negocios hechos con Pemex durante la administración pasada.
La Unidad de Inteligencia Financiera congeló las cuentas de Emilio Lozoya, ex director de @Pemex y de la empresa Altos Hornos de México. Se identificaron operaciones financieras con recursos de actividades presuntamente ilegales derivados de actos de corrupción. #LaNuevaHacienda
— Santiago Nieto (@SNietoCastillo) 28 de mayo de 2019