El camino que seguirá la venta de autos en México para este año luce complicado y no revertirá su tendencia a la baja en el corto y mediano plazo.

Factores como un menor ritmo de generación de empleos formales, la caída en la confianza del consumidor, el estancamiento económico y la acumulación de inventarios, seguirán frenando el desplazamiento de los automóviles en el mercado nacional.

Tan solo en 2019 se registró una caída de 7.6% en el número de automotores ligeros comercializados frente al año anterior y se ubica en su punto más bajo desde hace cinco años.

Con esto se hilan tres años de bajas en el sector, de acuerdo con los datos publicados por el Inegi.

Además, la producción y exportación de estas unidades, cerró el 2019 con caídas de 4.14 y 3.35%, respectivamente frente a 2018.

Difícilmente habrá un punto de quiebre en 2020 que revierta la situación de la industria. No hay nada que nos indique que este año será diferente a lo observado en años anteriores

Alik García, analista en Intercam Casa de Bolsa.

En tanto, Alejandra Vargas, analista del sector industrial de Banco Ve por Más, dijo vía correo electrónico que a nivel global la industria automotriz sufrió una desaceleración en las ventas y un cambio en la tendencia en la reducción de emisiones de dióxido de carbono.

“A nivel interno se ha presentado una desaceleración económica más fuerte a la estimada con un aumento en la importación de vehículos usados”.

En el mismo sentido, Raymundo Tenorio, director de las carreras de Economía de la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey Campus Santa Fe, compartió que otros factores para la caída fueron el despido de agentes de ventas, la caída del crédito y la acumulación de inventarios.

Beneficio mínimo para el sector

Este año se prevé que Banco de México recortará su tasa de interés de referencia hasta ubicarla en 6.50% al final del año, desde su nivel actual de 7.25%, de acuerdo al sondeo realizado por Citibanamex. Sin embargo, los efectos serían mínimos para quienes quieran comprar un automóvil.

“Se esperaría una recuperación modesta gracias a este factor, ya que podría incentivar el crédito por un menor costo financiero. Es importante resaltar que las tasas de financiamiento a este sector son mayores a la tasa de referencia que se tenía, por lo que las tasas de financiamiento podrían estar por encima del doble dígito”, comentó Vargas.

Por otro lado, con una inflación a la baja y un alza en el salario de los trabajadores impulsado por el gobierno federal reactivarían la confianza del consumidor, aunque el efecto tardaría en verse reflejado

Tema aparte es la posibilidad del incremento en las ventas de autos eléctricos por las nuevas tendencias generacionales.