Ante la proximidad del verano, la temporada con mayor riesgo de apagones en el país, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) inició las operaciones comerciales de la Central de Combustión Interna Altar, ubicada en el Gran Desierto de Altar, Sonora.
De acuerdo con la CFE, la planta fue diseñada para reforzar el Sistema Eléctrico de Baja California y mejorar la confiabilidad del suministro en la región. De esta manera, se busca apoyar al Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) en la gestión de la demanda energética, ya que durante los veranos de 2023 y 2024 se registraron apagones en la zona.
Sobre todo para atender la época de verano, considerada de demanda máxima por las temperaturas extremas de la región
señala un documento de la CFE
Desde el 1 de junio de 2023, la central participó en los Protocolos Correctivos de Verano, implementados para mitigar la saturación del sistema eléctrico en periodos de alta demanda. Ahora, con su operación comercial, el complejo cuenta con 22 unidades de generación que aportan una capacidad total de 202 Megawatts (MW), lo que contribuirá a mejorar la estabilidad del suministro.
En atención al principio de beneficio social que rige sus operaciones, la CFE pone en marcha esta nueva infraestructura con el objetivo de garantizar un suministro de energía eléctrica confiable, seguro y de calidad para los habitantes de la región
de acuerdo con la empresa estatal.
La infraestructura de la Central Altar de CFE
La nueva infraestructura eléctrica está equipada con tecnología de punta y alta capacidad de respuesta, lo que permitirá mejorar la estabilidad de la Red Nacional de Transmisión y garantizar el suministro a más de 660,000 habitantes de Sonora y Baja California, según la CFE.
Además, su operación evitará la emisión de aproximadamente 1.5 millones de toneladas de CO₂ al año, contribuyendo a la reducción del impacto ambiental.
Uno de sus principales atributos es su capacidad para integrar y complementar energías renovables, al funcionar como un estabilizador de la red eléctrica, lo que facilitará la incorporación de fuentes limpias, como la solar y eólica, en un sistema que tradicionalmente ha enfrentado desafíos debido a la intermitencia de estas energías.
Adicionalmente, la planta opera bajo un esquema dual, que le permite utilizar tanto gas natural como diésel para la generación de electricidad. Según la CFE, ello la convierte en una instalación más flexible y con menor impacto ambiental en comparación con otras centrales convencionales.
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